Por Victoriano Martínez
Hoy es el último día del primer mes de la administración municipal que encabeza Xavier Nava Palacios.
Son 31 días que podrían resultar pocos para que ya se viera una diferencia en la forma de hacer las cosas.
La exhibición de irregularidades de su antecesor, el anuncio de denuncias por las mismas y los reportes de trabajos conjuntos con la Auditoría Superior de la Federación son una buena señal.
Pero hay cosas del entorno cotidiano en las que, para el ciudadano de a pie, no parece haber cambios.
El descuido en la limpieza de camellones y banquetas, la atención a baches prioritarios que, por sus dimensiones, son un riesgo para la seguridad de vehículos y transeúntes, al grado que los vecinos son quienes colocan improvisadas señales de alerta, son un ejemplo de lo que hoy se suele llamar área de oportunidad.
¿Cuántos perros y gatos muertos hay en los bordes del camellón central de la avenida Salvador Nava desde hace años?
Van 31 días y muchas áreas en las que la administración de Nava Palacios no ha marcado una diferencia que resalte.
En contraparte, han sido 31 días en los que personajes de la anterior administración se han esforzado por igualar los actos de la actual con la que ellos encabezaron.
Acusaron despidos injustificados cuando se trataba de personal que mantenían con contratos mensuales y que se vencieron el 30 de septiembre. Nada que ver con las más de 400 demandas laborales (ver informe final de auditoría a la Cuenta Pública 2016) que provocaron los despidos durante la administración anterior.
Insisten en un dudoso caso de nepotismo, con referencias a disposiciones legales que poco tienen que ver con la irregularidad que señalan.
Y ahora este martes acusan al alcalde Nava Palacios de que a través del Comité de Adquisiciones asignó sin licitación pública el servicio médico y de proveeduría de medicamentos.
El 5 de octubre de 2015 sesionó el Comité de Adquisiciones con la asistencia de Ricardo Gallardo Juárez y, entre otras cosas, determinó la adjudicación de un contrato para la compra de medicamentos a una sola proveedora: Sandra Sánchez Ruiz.
Se consideró urgente la adjudicación “derivado de que esta es una prestación para el personal, además de ser un servicio indispensable que por su naturaleza no puede ser suspendido, ya que se corre el riesgo de que se generen perjuicios graves en la salud de los beneficiarios del servicio médico”.
El Comité de Adquisiciones repitió la adjudicación a Sánchez Ruiz en sesión del 6 de enero de 2016. En ambos casos, los contratos se firmaron el mismo día que el Comité de Adquisiciones los adjudicó.
Para acusar a Nava Palacios de una maniobra “similar” a la del Caso Sandra Sánchez Ruiz, Ernesto Barajas Ábrego, ahora líder municipal del PRD, exhibió en rueda de prensa la respuesta a la solicitud de información con número de folio 00846118, de la Plataforma Nacional de Transparencia.
Mientras hace tres años la adjudicación para proveer medicamentos al Ayuntamiento se dio a una sola proveedora hasta hoy desaparecida, en la información proporcionada por la actual adminsitración se enlistan cinco empresas y dos personas físicas (ver texto íntegro de la respuesta al final).
Peor aún, sin exhibir documento alguno sobre pagos a esos proveedores, Barajas Ábrego (en la rueda de prensa y en el comunicado del PRD) afirma que Nava Palacios favorece a varias empresas y dos personas físicas y, aunque aún esperan conocer el gasto erogado, “deben ser montos superiores a los 350 millones de pesos”.
Si bien 31 días son insuficientes para que una nueva administración municipal se muestre diferente y la posibilidad de que lo logre sigue abierta, ese periodo ya ha mostrado cómo personeros de la anterior administración tratan de manipular información con un afán de descalificación.
A 31 días, el trienio ya se perfila como el de una administración que buscará sancionar las irregularidades de su antecesor, y tendrá que enfrentar una Gallardía que trabajará para desacreditarla como su única defensa… e intentos de desviar la atención.
