Por: Antonio González Vázquez.
En San Luis Potosí, el horror está enterrado unos metros bajo tierra, en las fosas del terror, ahí donde ocultaron cuerpos violados, maltrechos, cercenados, decapitados, ejecutados. Fosas que por años cuya existencia había intentado ocultar el gobierno para mantener la falacia del San Luis sin condiciones graves de criminalidad.
El dato es espeluznante y nos llena de miedo: 93 fosas y 131 víctimas en diez años de hoyos clandestinos.
Terrible realidad la potosina ésta de la última década que abarca parte del gobierno de Marcelo de los Santos, todo el sexenio de Fernando Toranzo y parte ya de la administración de Juan Manuel Carreras López.
Ellos le ocultaron a la sociedad una información de enorme relevancia y gravedad, lo cual representa un acto de irresponsabilidad mayúsculo. Hay algo de macabro en ese silencio institucional. Silencio hoy roto gracias a la transparencia y el derecho de acceso a la información pública.
Pero el dato más estremecedor es el referente a las cuatro fosas localizadas en Soledad de Graciano Sánchez y de manera especial, en la que fueron rescatados 32 cadáveres, lo que supone que no estamos tan lejos del infernal San Fernando.
Y que decir de la capital potosina, donde encontraron 24 fosas y 19 cadáveres.
La mitad de los municipios potosinos con fosas donde los criminales ocultaron a sus víctimas. Cuando esto ocurre, es porque no hay autoridad, no hay instituciones sino un mero remedo de gobierno y una caricatura de policía.
Es un drama, una tragedia: los muertos enterrados tendrían familia, eran padres, esposos o madres, hermanos, hermanas y desaparecieron bajo paletadas de tierra, vaya a saberse si en la penumbra o contando con el apoyo de alguna autoridad.
A las fosas clandestinas se les conoce como NARCOFOSAS, San Luis Potosí tiene las propias como resultado de la violenta presencia de organizaciones criminales, negadas por el gobierno, pero presentes en los hechos.
Esto ocurrió hace apenas unos días: A los pies de un gran árbol de un predio de la comunidad de Piaxtla, municipio de Tancanhuitz, fue localizado el cuerpo de Malaquías de 49 años de edad, quien había sido reportado como desaparecido. Al mediodía del día 16 de octubre, el propietario del predio percibió un olor fétido cerca de donde trabajaba y al acercarse encontró una fosa y de entre la tierra sobresalía la parte del hombro y brazo de un hombre que había sido ejecutado.
¿Qué más ocultará el gobierno con relación a eventos criminales de alto impacto? ¿Cuántos secuestros, homicidios, extorsiones se ocultan por interés político?
¿Cuántas fosas lleva ya usted señor gobernador Carreras?
