Con o sin alerta de género

Por Victoriano Martínez

Este martes se rebasó, según las cifras oficiales, el medio centenar de mujeres asesinadas en San Luis Potosí.

La violencia contra la mujer, en sus distintas manifestaciones, tiene un ritmo constante y creciente.

Decir que las cifras que proporcionó la Fiscalía General del Estado vía transparencia son preocupantes ya es un lugar común.

Desde 2012 el número de feminicidios crece en promedio tres casos más que el año anterior. Eso a pesar de que en dos años se redujo el número.

De 2012 a 2017, cuando se declaró la Alerta de Género, el número de casos anuales de feminicidios clasificados como tales por la autoridad procuradora de justicia pasó de 5 a 18.

Un crecimiento en la violencia fatal contra la mujer que obligó a la declaración de la Alerta de Género el 21 de junio de 2017.

Sin embargo, a pesar de la Alerta de Género, el incremento en el número de feminicidios se mantiene al mismo ritmo.

De 2017, cuando se reportaron 18 casos, a lo que va de 2018, los feminicidios se han incrementado en un 22 por ciento.

Cada vez asesinan a más mujeres y cada vez lo hacen más por el hecho de que sean mujeres.

Pero pasan los meses y cada vez que se conoce la muerte de una mujer, como el caso ocurrido la noche de este martes, las autoridades acreditan su indolencia y negligencia para demostrar que de algo sirve la Alerta de Género.

Y hablan de ampliarla a más municipios, como si con eso se lograra algo.

Con Alerta de Género o sin ella, la obligación de garantizar seguridad a la población es la misma.

Ante la creciente violencia fatal contra la mujer, esa deuda de seguridad debería ser motivo de vergüenza y un acicate que los incomodara en su burbuja de seguridad… y los obligara a trabajar.

Skip to content