Por Victoriano Martínez
Durante el casi concluido trienio de Ricardo Gallardo Juárez como alcalde de San Luis Potosí, el Cabildo ha sesionado en 106 ocasiones.
En los primeros 24 meses, del 1 de octubre de 2015 al 26 de septiembre de 2017, sólo en seis sesiones se registró la aprobación de fraccionamientos.
En dos de los tres años, sólo pasaron por el Cabildo las aprobaciones de 11 fraccionamientos.
Para mayo de este año, según informó Gabino Manzo Castrejón, subdirector de Desarrollo Urbano, el Cabildo ya había aprobado 19 fraccionamientos desde que inició su gestión.
En ocho meses se sumaron ocho aprobaciones a las 11 que se habían registrado en 24 meses.
El pasado 17 de agosto, el Cabildo aprobó dos fraccionamientos más, además de algunos condominios y subdivisiones de predios.
Para el día 30 de agosto de ese mismo mes, en otra sesión del Cabildo se aprobaron tres fraccionamientos más, entre ellos el del predio en San José de Buenavista, adquirido por Ricardo Gallardo Juárez en 15.5 millones de pesos.
En dos años, 11. En ocho meses, ocho…
Desde que inició la administración de Ricardo Gallardo Juárez, hubo quejas por parte del gremio de la construcción por las trabas y dificultades que les ponían para la aprobación de nuevos fraccionamientos.
El ritmo de aprobación de las construcciones daba indicios de las razones.
Cinco fraccionamientos aprobados por el Cabildo en la segunda quincena de agosto, con la perspectiva de ocho más en la comisión de Alumbrado y Obras Públicas, que sesionará este miércoles, apunta a un sentido de urgencia antes que a un ritmo de trabajo consistente.
¿Por qué tanta urgencia?
La Real Academia Española define urgencia como una necesidad apremiante de lo que es menester para algún negocio.
Si antes era tan difícil que llegaran las autorizaciones de fraccionamientos al Cabildo y hoy parecieran ser cosa urgente, se impone la pregunta: ¿cuál es el negocio?
