Frater Ignatius
Pareciese que una de las características de las personas con sensibilidad anarquista es la extravagancia. Pero además, poseen una inteligencia única y son capaces de inspirar conciencias e incitar a la lucha revolucionaria y a sacar lo mejor de sí para cambiar al mundo.
El caso de Piotr Alekséyevich Kropotkin (1842-1921), también se inscribe en aquella humanidad singular que transforma nuestra existencia con 360 grados de vuelco.
Geógrafo, naturalista, fundador del anarco-comunismo o socialismo libertario, además de pensador político de altos vuelos.
Desarrolla la teoría del apoyo mutuo, la cual consiste en la cooperación, la reciprocidad y el trabajo en equipo y que implica un beneficio del trabajo mutuo para los que cooperan en ello. Para ser más claros: es el ayudarse entre sí de manera equilibrada y justa para poder vivir en armonía. Tal apoyo es incompatible con la competencia que destruye a las organizaciones y repelente al Estado. El concepto seminal fue precisamente desarrollado por Kropotkin en su libro Ayuda mutua: un factor en la evolución. Incluso, explora el comportamiento animal para ligarlo a lo humano en el tema específico de la cooperación.
Nació en Moscú de familia noble. Su padre era príncipe y dueño de vidas y haciendas. Latifundios enormes en donde podía perderse fácilmente la vista. Disponían de 1200 siervos. Para aquella época podíamos considerarlo un potentado. Piotr ingresó a una academia militar de élite que suministraba al imperio asesores y funcionarios de alto nivel. Su formación fue sólida, recibiendo una educación racionalista y liberal, con fuerte acento en ciencias.
Viajó a Siberia muy joven para liberarse del ambiente opresor de la capital. Se asentó en Chitá, capital de la región. Al evaluar el sistema penitenciario siberiano, pudo percatarse del grado tan alto de injusticia y malos tratos. Pero también observó el grado tan alto de cooperación entre campesinos y cazadores. Conoció al poeta Mijáilov, que había sido condenado a trabajos forzados por sus ideas revolucionarias. Fue el bardo quien lo inició en las ideas anarquistas.
Tiempo después viajó a Manchuria. En el campo de la geografía pudo conocer varios terrenos del lugar y conjeturar una hipótesis sobre los glaciares. Descubrió varias rutas inexploradas por aquellos lugares algo inhóspitos. También exploró los glaciares de Finlandia y Suecia y refutó teorías de Humboldt. Ganó medalla de oro por sus contribuciones.
En ese campo tan rico en experiencias de vida, pudo percatarse de las terribles condiciones de los campesinos. Abandonó la ciencia y se dedicó por completo a desarrollar sus teorías anarquistas.
Su padre muere y él recibe copiosa herencia. Viaja a la Europa Occidental, especialmente a Ginebra en donde se hace miembro de la Primera Internacional. En Jura adopta totalmente la visión anarquista, después de desencantarse con los movimientos socialistas. Es el momento en que Bakunin deja su impronta en su paisano.
Regresa a sus estudios de geografía en Finlandia y sigue asistiendo en forma anónima a grupos anarquistas disfrazado y con el apelativo de Borodin. Rechaza la presidencia de la Sociedad Geográfica e inmediatamente es arrestado. Fue encarcelado en un lugar oscuro y húmedo. Sin embargo, con la intervención de su querido hermano a quien también arrestaron, pudo tener acceso a hoja y papel para el desarrollo de su pensamiento geográfico, en el cual no había casi rivales.
Vino enseguida el derrumbe del príncipe, aunado a un escorbuto pertinaz. Empero, pudo escapar de la prisión al ser trasladado a San Petersburgo. Hace una estupenda narración de todos estos vaivenes en sus Memorias de un revolucionario. Vivió en Inglaterra, ya en el exilio. Después de un largo periplo por gran parte de Europa –no olvidemos que era un perseguido del zar-, y después de crear un periódico llamado El Rebelde, con enorme éxito, se instala en París en donde lo acusan y encarcelan por sus actividades anarquistas. Aprovechaba el tiempo para dar clases de idiomas, matemáticas, física, cosmografía, geografía y otros temas a los otros presos. Le impidieron terminantemente escribir sobre política. El escritor Víctor Hugo intercede por él para que lo liberen, junto con varias organizaciones culturales y científicas de prestigio internacional.
Finalmente se va a Inglaterra en donde desarrolla una intensa actividad científica. Ofrece conferencias en distintos ámbitos del pensamiento: Teoría anarquista, literatura, política rusa, organización industrial, el sistema carcelario, naturalismo, geografía y sus ideas sobre la ayuda mutua.
Es considerado un sabio en toda la extensión de la palabra. Una personalidad como pocas en la esfera del pensamiento y de la sensibilidad anarquista. Muere en Rusia de neumonía esta montaña de hombre a la edad de 78 años.