Es más fácil informar que explicar

Por Victoriano Martínez

Dicen los suecos que más de 250 años de transparencia gubernamental les ha dejado, entre otras lecciones, la de saber que es más fácil informar que explicar.

El ayuntamiento que encabeza Xavier Nava Palacios no informó formalmente de la renuncia a la Oficialía Mayor por parte de Oscar Valle Portilla.

La dimisión se conoció de manera indirecta, con la revelación del oficio con el que Nava Palacios solicita a Sebastián Pérez García, secretario del Ayuntamiento, que convoque a sesión extraordinaria de Cabildo para tratar la aceptación de la renuncia y el nombramiento del sucesor.

El oficio tiene fecha del miércoles 12 de junio, que no necesariamente tendría que ser la fecha de la renuncia. Tampoco se especifica para cuándo habrá de realizarse la sesión.

Al no haber informado oportuna y abiertamente sobre la renuncia y sus razones, Nava Palacios se vio obligado a responder cuestionamientos de la prensa en busca de una explicación.

“El motivo es que estamos haciendo algunos ajustes de trabajo y de operación dentro de la administración municipal”, fue la insuficiente explicación del alcalde que sólo abre el espacio para más dudas.

¿Los ajustes se dan como reacción a la renuncia o hacer ajustes hace necesario pactar renuncias con los funcionarios?

De ser lo segundo, ¿qué otros funcionarios ya presentaron su renuncia? ¿Ya renunciaron Luis Miguel Torres Casillas y Claudio Ferrer Marín? El primero porque dejará su cargo actual para ocupar el de Valle Portilla y el segundo porque es posible que sea sustituido por el ya casi ex oficial mayor.

Si se trata de “ajustes de trabajo y de operación” para dar más ímpetu a la administración municipal, ¿por qué no darlos a conocer ampliamente y exponer las razones y los objetivos por los que se realizan con toda claridad?

Lejos de informar sobre esos planes de ajuste, Nava Palacios sólo se limita a mencionarlos como si fueran la explicación suficiente para una renuncia.

Si trazarán una ruta con “más ímpetu”, que se traduzca en mejores servicios y atención a la ciudadanía, ¿por qué no informar abiertamente a la población y evitar hacerlo como una reacción a tratar de explicar por qué se dio una renuncia?

El ímpetu tiene que ver de alguna forma con acelerar el paso, cual si de pronto se atendiera un ansia por lograr más pronto los resultados. Un ajuste con ese objetivo, si se le hubiera informado a la ciudadanía en lugar de usarlo como explicación de una renuncia, seguramente infundiría más confianza que ahora que tiene tintes de justificación improvisada, sacada de la manga.

Por eso es más fácil informar que explicar. Sobre todo si al explicar no se tiene la voluntad de ser lo más abierto posible y exponer ampliamente la información cuya omisión provocó la necesidad de una explicación.

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