Por Victoriano Martínez
Si algo debe incrementar el INTERAPAS, antes que volver a insistir en un aumento a la tarifa por el servicio de agua potable, es su capacidad para gestionar la cobranza a las decenas de miles de usuarios que no le pagan.
Podrá ser innegable que el costo del servicio no se cubre con la actual tarifa, pero también debe considerarse que apostar el saneamiento del organismo a que los usuarios cumplidos paguen más resulta una alternativa injusta.
Sobre todo porque en los últimos días han quedado expuestas cuando menos dos situaciones que necesariamente han repercutido en que el flujo de recursos al organismo no se dé en las proporciones que debiera.
Al 30 de noviembre pasado, 300 de 112 mil 585 deudores de INTERAPAS le debían 128 millones 282 mil 443.20 pesos. Entre esos 300 deudores aparecen 14 cuyas cuentas pendientes tienen más de 40 años de antigüedad.
Ahora, el INTERAPAS revela que sólo en cinco casos de los 112 mil 585 con adeudos pendientes se ha logrado establecer un crédito fiscal firme, es decir, son los casos cuyo cobro es legalmente exigible conforme al Código Fiscal para el Estado.
Los créditos fiscales firmes apenas suman 149 mil 273.74 pesos de los cientos de millones de la cartera vencida… y ninguno aparece en la lista de los 300 deudores con las mayores cuentas pendientes.
Una gran área de oportunidad, dirán eufemísticamente los modernos administradores. Sí, pero una oportunidad para demostrar que si es verdadera la intención de sanear las finanzas del INTERAPAS esta nueva administración no será tan negligente como las que le precedieron.
La tomas clandestinas, otra ruta por la que se fugan los recursos que debieran entras a las arcas del INTERAPAS, no sólo son producto de ciudadanos irresponsables y abusivos, sino de las propias autoridades que tienen un asiento en la Junta de Gobierno del organismo operador de agua.
De 22 purificadoras de agua del Ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez, 4 operaban clandestinamente y otras dos con registro de uso doméstico. No pagaban por el servicio y representaban pérdidas para el INTERAPAS por 2 millones 728 mil pesos.
Independientemente de la pugna entre el organismo y la alcaldía soledense, el caso muestra lo que puede representar el desorden en el servicio en cuanto a tomas clandestinas y otras que están registradas en una modalidad que no corresponde al tipo de servicio contratado.
Otra gran área de oportunidad.
El ritmo con el que la actual administración de INTERAPAS pueda recuperar los cientos de millones de pesos que esas dos situaciones abren como posibles, y otros que pudiera detectar entre las vías de ingresos con que cuenta, podría atenuar el área de salida fácil de pedir un desproporcionado aumento a la tarifa.
Ese ritmo seguramente abriría la opción a la presentación de un plan gradual de incremento a la tarifa que poco a poco se acercara a la necesaria para que se cubra el costo del servicio pero que, seguramente, no tendría que ser de las proporciones propuestas porque el costo se distribuiría entre cada vez más usuarios cumplidos.
