La regresividad de la LXII Legislatura

Por Victoriano Martínez

Si cada Legislatura que llega al Congreso del Estado poco a poco se muestra como la peor en comparación con la anterior, las señales que da la LXII Legislatura, en apenas dos meses y siete días, apuntan a que parecen esforzarse por alcanzar pronto esa condición.

Uno de los temas que más contribuye a que se ganen el calificativo de ser la peor tiene que ver con la opacidad con que suelen conducirse.

“Lo que no se ve se presta a dudas y se presta a situaciones en la que nosotros como congresistas no podemos caer”, dijo la diputada priísta Laura Patricia Silva Celis.

“Ya no estamos en épocas de esconder, en épocas oscuras, yo creo que ahorita tenemos que actuar con claridad”, la secundó la diputada de Morena María Consuelo Carmona Salas.

Se trató de posicionamientos en plena discusión del informe financiero correspondiente al mes de octubre en la sesión del Congreso del Estado de este jueves.

Si los propios diputados, quienes pueden tener acceso a esos documentos por ser parte de ese órgano colegiado, el asunto no les queda claro… mucho menos a la ciudadanía que debe consultar la información en una Gaceta Parlamentaria a la que el documento llegó no muy legible.

Agregue a esa circunstancia el hecho de que la diputada priísta Beatriz Benavente Rodríguez se queje porque no le entregan copias de las actas de la Junta de Coordinación Política, y podrá dimensionar el panorama de opacidad de la actual Legislatura.

Más lamentable resulta que el órgano legislativo resulta incapaz de respetar el principio constitucional de progresividad de los derechos humanos, en este caso el que se refiere al acceso a información pública, como lo es la relación de egresos, a la que desde hace dos legislaturas se le aplicó la prohibida regresividad de un derecho adquirido.

Hasta la LIX Legislatura, las listas de cheques del Congreso del Estado se publicaban a diario, una medida que atendía la obligación positiva de todas las autoridades para promover de manera progresiva y gradual el disfrute de un derecho humano como el de acceder a esa información que siempre debe mejorar.

La LX Legislatura fue la primera en atentar contra ese derecho adquirido al limitarse a cumplir con la obligación establecida en la Ley de Transparencia de publicar las listas mensuales de cheques.

La LXI Legislatura que terminó hace poco más de dos meses y calificada como la peor hasta ahora mantuvo esa violación al principio constitucional.

La LXII Legislatura, hoy en funciones y con la expectativa de ser la que podría rescatar la imagen del Congreso del Estado, lejos de restaurar ese derecho de acceso a la información sobre los egresos, aplicó una mayor regresividad: se allana a la Ley General de Contabilidad Gubernamental para retrasar la publicación de esa información por más de dos meses.

La regresión en el acceso a la lista de cheques emitidos por el Congreso del Estado ha pasado de poder consultarlos a diario a su publicación cada mes, y ahora con la Legislatura actual al anuncio de la publicación del listado de dos meses atrás.

Un informe financiero opaco, una Junta de Coordinación Política opaca que a los propios legisladores les regatea copia de sus actas y una mayor regresión en la publicación de sus egresos se acumulan con todas las malas señales que ha dado la actual Legislatura sobre su actuación.

Todo indica que trabajan para superar a sus antecesores… como la peor Legislatura.

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