Por Victoriano Martínez
La de las fincas del Centro Histórico de la ciudad parece más un asunto para dar de qué hablar a las áreas de protección civil y de conservación de monumentos, antes que generar acciones concretas de prevención de riesgos y mantenimiento y rescate de esos inmuebles.
Una somera indagación hemerográfica muestra que, independientemente del origen de la administración municipal, la situación se mantiene prácticamente igual: hay fincas en riesgo, muchas están abandonadas, se habla con los dueños para repararlas, etc.
En agosto de 2015, Juan Carlos Machinena, delegado del INAH, informó que en el Centro Histórico se tenían contabilizadas más de tres mil 500 fincas históricas, de las cuales unas 300 se encontraban en riesgo de colapso y, de éstas, un 10 por ciento estaban abandonadas.
Todo eran cifras estimadas y aproximadas.
En noviembre de 2017, la Unidad Municipal de Protección Civil Municipal reportó la existencia de 52 fincas de alto riesgo en el Centro Histórico, y que esa dependencia las mantenía monitoreadas para evitar cualquier tragedia.
Para abril de 2018, esa misma dependencia informó que ya se había notificado a los dueños de las 52 fincas de alto riesgo “para que se proceda a su reparación para evitar colapsen en las temporadas de vientos o lluvias”.
Un año después, hace un mes, la misma dependencia –pero con otra administración– presentó el programa ‘Fincas en riesgo del Centro Histórico’, informó de un registro de 130 fincas en riesgo dentro del primer cuadro de la ciudad, y anunció un censo para conocer el número real de fincas en riesgo de colapso.
Al presentar el programa se repitieron las mismas cifras de abril de 2018: 52 fincas con riesgo alto, 44 con riesgo medio y 34 con un riesgo menor.
A mes y medio de iniciado el nuevo censo, la Dirección de Protección Civil informó que en esta ocasión encontraron 123 fincas con riesgos, sólo en el perímetro A: 32 de alto riesgo, 52 de mediano riesgo y 39 de riesgo bajo.
En un mes y medio más concluirá el censo de todo el Centro Histórico, y se prevé que los resultados muestren que ahora hay más fincas en riesgo que hace 14 meses e, incluso, con cierto grado de incremento en la peligrosidad.
Un pronóstico que muestra que hasta ahora la situación de las fincas del Centro Histórico han dado de qué hablar, y hasta para hacer llamados públicos y mediante notificación a los propietarios para prevenir desastres… pero nada más.
Con el programa ‘Fincas en riesgo del Centro Histórico’, el asunto dará más de qué hablar por un mes y medio más.
¿Llegará el momento en el que, desde la autoridad y con una verdadera política de promoción de participación ciudadana, la necesidad de prevenir el riesgo de colapso en esas fincas pase de las palabras, los diagnósticos y las cifras a un “manos a la obra”?