Lupe Vélez, la primera mexicana en Hollywood era potosina

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Por: Elva Téllez

Lupe Vélez, para muchos la más bella, la más temperamental, la más simpática, la más explosiva e inteligente mexicana que haya llegado a Hollywood,  era además  potosina.

Sus enormes ojos, espontaneidad pero sobre todo determinación la llevaron a ser una de las máximas estrellas del cine en los años 20 y 30.

Su nombre completo fue Maria Guadalupe Villalobos Vélez, su padre fue un coronel que del ejército y su madre una actriz y soprano de la época, en los inicios de su carrera quiso usar el apellido de su padre en el gremio artístico, sin embargo él no se lo permitió, ya que consideraba degradante la carrera de su hija para la posición de su familia, así que se dio a conocer como Lupe Vélez.

Estudió en un colegio de formación religiosa, ahí aprendió a hablar inglés con fluidez, cuando su papá fue llamado a las armas por la Revolución Mexicana, abandonó el colegio para conseguir un empleo en una zapatería, en la que ganaba apenas cuatro dólares a la semana.

Ante de llegar a Hollywood ya había hecho carrera en México, donde su competencia fueron las vedettes de la época, que la veían como una niña altanera y caprichosa, tenía solo 20 años.

“Personalidad es nada más que estar con otras personas siendo tú mismo” 

Sus primeros papeles en Hollywood fueron con el Gordo y el Flaco, fue de las pocas actrices que continuaron vigentes en el paso del cine mudo al sonoro.

Su personalidad y temperamento le ganaron distintos apodos, entre ellos “La mexicana que escupía fuego” “Dinamita Mexicana” o la “Chica Chile Picante”.

“Yo no soy hermosa, pero tengo unos ojos preciosos y sé exactamente qué hacer con ellos”

Al igual que su vida profesional, su vida personal fue escandalosa, muchos fueron sus amores, entre ellos el primer Tarzan del cine, el actor y clavadista Johnny Weissmuller, con quien estuvo casada cinco años, y después de numerosos escándalos y notas de prensa se separaron definitivamente en 1939.

Charles Chaplin también se contó entre sus parejas, al igual que la estrella de “Lo que el viento se llevó” Clark Gable y Gary Cooper.

Durante una estadía en México para  filmar La Zandunga, conoció a Arturo de Córdova, con quien inició un romance, muchos biógrafos apuntan a que De Córdova fue el gran amor de Lupe Vélez, sin embargo fue una relación que nunca pudo concretarse por el matrimonio del actor y el miedo que tenía a divorciarse.

Continuando con su vida pero sin olvidar a Arturo de Córdova, conoció en un set de filmación a Harald Maresch, un joven que buscaba destacar como actor con el nombre de Harald Ramond, Lupe se enamoró de él e iniciaron una relación, al poco tiempo descubrió que estaba embarazada.

Había planes de matrimonio entre Lupe y Ramond, los cuales no se concretaron, ya que poco antes de la boda el joven actor fue demandando por una ex novia; Vélez desesperada decidió suicidarse pero de una forma que siempre fuera recordada.

En su mansión en Beverly Hills cenó y bebió con sus mejores amigas, regresó a su habitación que había preparado con cientos de flores y veladoras e ingirió un frasco de Senocal; se durmió para nunca más despertar, tenía 36 años.

La prensa estadounidense y la mexicana especularon durante muchos años sobre los verdaderos motivos y situaciones del suicidio, generando gran número de leyendas sobre los últimos momentos de la actriz.

 

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