Por Eduardo Delgado
La menor detenida el pasado 28 de diciembre en la comunidad Noria de San José fue apedreada por mujeres policías, golpeada en el rostro, pateada en el cuerpo, jalada de los cabellos y arrastrada, consignó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en su recomendación 10/2017, girada este martes.
Por si fuese poco la menor fue aprehendida y trasladada a los separos de la Policía Estatal y de ahí agentes de la Policía Ministerial la llevaron a la Delegación de la Procuraduría General de la República, donde no fue ingresada por su edad y entonces los policías la regresaron a las oficinas de la corporación.
En la recomendación, en el punto 16 del apartado de Evidencias, la Comisión refirió el acta levantada al siguiente día, “en la que se hicieron constar las cinco placas fotográficas capturadas a V10 por personal de este Organismo Autónomo, de las que se desprenden las lesiones que presentaba al momento de su comparecencia”.
“Escoriaciones epidérmicas de color rojizo en párpado superior derecho y pómulo derecho, escoriación de forma lineal en zona pectoral, escoriación en antebrazo izquierdo con aumento de volumen, equimosis color violáceo en parte externa de brazo derecho, finalmente refirió dolor a la palpación en todo el cuerpo”, se enuncia en el documento.
La víctima comentó que cuando la presentaron en los separos de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado, la pasaron con el médico legista quien únicamente le preguntó sobre los golpes en el rostro, pero “no realizó ninguna valoración de las lesiones”.
La CEDH reportó en el punto 15 de la recomendación, dirigida de manera conjunta al titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Federico Arturo Garza Herrera y el Secretario de Seguridad Pública, Arturo Gutiérrez García, el testimonio de la madre de la joven agredida.
La mamá expuso ante personal de ese organismo que el día de la detención caminaba junto con su hija sobre la calle principal de la comunidad Noria de San José, aproximadamente a las 14:00 horas, cuando vio que los pobladores iban corriendo hacia ellas.
Narró que tras los lugareños iban policías estatales quienes les lanzaron piedras, una de las cuales hirió a su hija en el pecho y que vio cómo esta fue jalada de los cabellos por los policías, que la arrastraron y la subieron a una de las patrullas.
A su vez, la víctima declaró que les reclamó a los agentes la pedrada y que los insultó verbalmente, al tiempo que discutió con una de sus primas, quien la tiro al suelo, “momento que aprovecharon los policías estatales para patearla y jalarla del cabello, la levantaron y por parte de dos elementos femeninos de la misma policía estatal, la golpearon con el puño cerrado en la cara”.
Consignó también que de los separos de la Policía Estatal a la Procuraduría General de la República fue trasladada en un vehículo blanco sin logotipos de identificación.
Asimismo que al ser regresada a las oficinas de la Policía Ministerial localizó a su hermano, a quien los agentes le explicaron que su hermana sería puesta en libertad, y que como ambos refirieron que no contaban con medio de transporte para trasladarse a su domicilio, los mismos policías los llevaron en uno de los vehículos oficiales.
