Mil 483 observaciones… ¿y?

Por Victoriano Martínez

“Usted sabe que muchas veces no hacer bien las cosas lleva a que el proceso después se caiga”, dijo este martes José Mejía Lira, contralor interno del Ayuntamiento.

La expresión justifica la razón por la que las mil 843 observaciones reveladas el pasado 11 de noviembre, detectadas al concluir el proceso de entrega-recepción en las cuentas de la administración que encabezó Ricardo Gallardo Juárez, aún no aterrizan en sanciones a los ex funcionarios.

Han pasado 77 días de esa revelación y de los avances para romper el pacto de impunidad, como llamó Sebastián Pérez, secretario del Ayuntamiento, a la cruzada que iniciarían, apenas se dan las primeras señales con dos casos concretos y la apertura de seis carpetas de investigación a igual número de ex funcionarios que no acudieron para atender las observaciones.

Dos de más de mil 843 potenciales asuntos para ser sancionados. Más de porque de acuerdo a la explicación del secretario del Ayuntamiento, la observación señala una forma irregular de ejercer los recursos públicos que se puede traducir en un número indeterminado de faltas.

La observación pudo ser “compras simuladas” y el caso concreto la presunta compra de medicamentos a la proveedora fantasma Sandra Sánchez Ruiz, sobre el que ya se informa cierto avance. ¿Cuántas más Sandras o Sandros hubo durante el trienio anterior?

La observación pudo ser “compras con facturas apócrifas” y el caso concreto el pago de más de cinco millones a una empresa de Zapopan, Jalisco, con pagos antes de la facturación y sin comprobación de lo adquirido, primero sobre el que ya se involucró a otras instancias.

Son los dos casos sobre los que se informan mayores avances. ¿Cuántos actos irregulares representa cada una de las mil 843 observaciones?

“Estamos demostrando cómo operaba su pandilla”, afirmó el tesorero Rodrigo Portilla, ante los intentos descalificatorios de la dirigencia estatal perredista.

Prácticamente la Contraloría Interna y la Sindicatura podrían denunciar hasta dos casos diarios durante lo que resta de la administración para buscar que no queden impunes los probables ilícitos de la Gallardía. De ese tamaño es la expectativa que se crea

No obstante, con tantas irregularidades, cada día que pasa sin que un solo ex funcionario sea sancionado podrá ser celebrado por los gallardistas como un día más de impunidad.

“Se les acabó la pachanga”, advirtió Sebastián Pérez el 11 de noviembre. Pero los gallardistas prolongan su juerga de impunidad con cualquier resquicio para tratar de descalificar las acciones de la actual administración.

En la medida en que pase el tiempo sin que de las mil 843 observaciones se dé una acción contundente contra lo que hoy aún se ve impune, cada día que pase hará decrecer las expectativas y algo más.

Y no es que se deba dar un caso espectacular, cual cacería de brujas, sino uno de ejemplar justicia y apego a la protección de los intereses del patrimonio municipal que muestre que pueda agilizarse que en el resto tampoco prevalecerá la impunidad.

No tiene que ser contra reloj… pero el tiempo cuenta.

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