La Habana, Cuba (26 de noviembre de 2016).- Fidel Castro Ruz, el líder histórico de la Revolución Cubana, murió ayer por la noche a la edad de 90 años.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, hermano menor de Fidel, informó del deceso en un mensaje videograbado:
“Con profundo dolor comparezco para informar a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016 a las 10:29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
“En cumplimiento a la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana (hoy) sábado 26”, añade el mensaje.
Castro, un carismático e implacable líder que hizo de la barba, el uniforme guerrillero verde oliva y los cigarros puros su marca registrada, saltó al centro de la geopolítica global al aliarse a Moscú poco después de bajar en 1959 de la Sierra Maestra para derrocar al dictador Fulgencio Batista. Permaneció en el poder hasta febrero de 2008 cuando nombró como su sucesor a su hermano Raúl.
Fidel Castro murió el día en que se cumplió el 60 aniversario de su partida a Cuba desde Tuxpan, Veracruz, el domingo 25 de noviembre de 1956, a bordo del yate Granma, para iniciar su revolución contra la dictadura de Batista.
Luego de su triunfo militar y de anunciar la conversión de Cuba al socialismo, mantuvo un largo enfrentamiento con Estados Unidos, apoyado por la entonces URSS.
La distensión empezó a resolverse en marzo de este año cuando el presidente Barack Obama visitó Cuba.
Su muerte termina de cerrar un capítulo en la historia, después de que convirtiera a Cuba en un campo de batalla de la Guerra Fría con la crisis de los misiles en 1962 entre EU y la Unión Soviética.
Adiós, ahora sí, al siglo XX.
Fidel Castro, el padre de la Revolución Cubana y uno de los protagonistas del siglo XX, murió a los 90 años, anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, en un mensaje que tomó por sorpresa al mundo poco antes de la medianoche de ayer.
“A las 22:29 horas falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro”, afirmó Raúl en un mensaje televisado.
Figura legendaria del último siglo, Fidel se proyectó al mundo desde la pequeña isla de Cuba, donde ejerció un poder absoluto.
“En cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas” del sábado, dijo el mandatario en el mensaje que tomó por sorpresa a la isla.
Nueva era cubana.
El líder de la guerrilla de rebeldes barbudos que triunfó en 1959, había cedido el poder a su hermano en 2006 a causa de una crisis intestinal que lo tuvo al borde de la muerte.
En febrero de 2008 renunció definitivamente a la presidencia de Cuba y en abril de 2011 a la jefatura del gobernante Partido Comunista (único).
Con su salida del poder, se abrió una nueva etapa en la historia de Cuba marcada por una cauta apertura económica, pero manteniendo siempre el régimen de partido único que todavía es criticado por violaciones de derechos humanos.
Cinco años menor, y fiel a la línea política de su hermano y mentor, Raúl Castro se esmeró en reformar el ineficiente y agotado modelo socialista de corte soviético.
Con voz firme, y en su tradicional atuendo militar, el mandatario cubano fue el encargado de dar la noticia sobre la muerte de Fidel.
“La comisión organizadora de los funerales brindará a nuestro pueblo una información detallada sobre la organización del homenaje póstumo que se le tributará al líder de la Revolución Cubana”, añadió Raúl Castro.
De momento, no se conocen detalles sobre las circunstancias que rodearon su deceso.
Fidel Castro había cumplido 90 años el 13 de agosto. La vejez y las secuelas de la enfermedad lo habían diezmado, pero con su sola presencia ejercía gran influencia en la isla que moldeó con mano de hierro.
Incrédulos en la isla.
Su deceso sorprendió a la mayoría de los cubanos. Marco Antonio Díaz, de 20 años, contó que estaba en una fiesta en La Habana cuando, de repente, detuvieron la música para dar a conocer la noticia. La celebración terminó abruptamente.
“Regresé a casa y desperté a todo mundo: Murió Fidel. Mi mamá quedó pasmada”, contó este trabajador de una lavadora de autos.
Desde que dejó el poder, Fidel se dedicó a escribir esporádicos artículos de prensa y a recibir a personalidades en su casa de La Habana.
El último invitado.
l miércoles de la semana pasada circuló la que podría ser su última foto en vida. Entonces apareció, en su ya habitual chaqueta deportiva blanca, junto al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang. En sus últimos años Fidel se había obsesionado con el calentamiento global, el riesgo nuclear, la sobrepoblación mundial, la preservación de la paz y Estados Unidos, su eterno enemigo.
En el ocaso, Fidel alcanzó a ver lo que parecía imposible: el fin de la enemistad con Estados Unidos, su principal adversario por medio siglo, fruto de un histórico acercamiento iniciado por Raúl y el presidente Barack Obama.
Ambos países restablecieron lazos diplomáticos el 20 de julio de 2015, cerrando el último capítulo de la Guerra Fría en América.
Obama justificó el drástico cambio de política hacia Cuba afirmando que los intentos de aislar a Cuba habían terminado por aislar a Estados Unidos en el continente.
Fidel Castro llegó a ser el más antiguo gobernante en ejercicio en el mundo y bajo su régimen nació el 70% de los más de 11 millones de cubanos, que desde 2006 se habituaron paulatinamente a su eclipse del poder.
Hombre del eterno desafío a Washington, el líder cubano, despertó amores y odios: considerado por unos como símbolo de soberanía y dignidad latinoamericanas, de solidaridad y justicia social, y por otros, como un dictador megalómano y cruel.
Protagonista de la Guerra Fría.
Sus críticos le achacan haber forjado un sistema totalitario de partido único, represor de toda disidencia y con un rotundo fracaso económico.
Sus admiradores, en cambio, destacan que elevó los índices de salud de Cuba al nivel de los del primer mundo, desarrolló la educación, la cultura y el deporte.
Último de los protagonistas de la Guerra Fría y de su momento más tenso -la crisis desatada por la instalación de los cohetes soviéticos con ojivas nucleares en Cuba en 1962-, Fidel Castro lideró un movimiento insurgente de alcance continental en América Latina.
Cientos de miles tomaron las armas inspirados en la Revolución Cubana para enfrentar regímenes de derecha o sangrientas dictaduras respaldadas por Estados Unidos.
En los últimos tiempos la izquierda en América Latina logró por la vía electoral lo que Fidel intentó por las armas. El líder cubano alcanzó a ver el resplandor y deterioro de gobiernos afines.
La Venezuela del fallecido Hugo Chávez le dio un respiro a la Revolución Cubana tras el derrumbe de la potencia soviética. Fidel se convirtió en el guía del entonces mandatario, que antes de morir en 2013, delegó el poder a Nicolás Maduro, otro ferviente aliado de Cuba.
La última vez que apareció en público fue el día de su nonagésimo cumpleaños. En abril, en la clausura del Congreso del Partido Comunista Cubano, había pronunciado un discurso con aires de despedida.
“Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno”, dijo.