Por Victoriano Martínez
Y cuando el titular de la corporación policiaca responsable de prevenir los delitos en el Estado asegura que el índice delictivo en San Luis Potosí se encuentra por debajo de la media nacional, ¿cómo se le debe tomar?
¿Cómo una invitación a consultar el registro de la incidencia delictiva que lleva el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública para localizar la entidad con el menor índice delincuencial para comenzar a planear una mudanza para allá?
De ser así, hay 14 estados en los que –en los primeros siete meses de este 2018– se han cometido menos delitos que aquí.
¿Acaso como un consuelo para los familiares de las 523 víctimas de asesinato acumuladas entre enero y julio, porque en otros estados hay más ejecutados que aquí?
Y qué decir de la incontenible violencia desatada contra las mujeres, que este martes se acumuló el asesinato número 39 en el año.
En los primeros siete meses de 2018 iban 32 asesinatos de mujeres, pero para ese periodo, las autoridades estatales sólo habían reportado al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) 16 como feminicidios.
Feminicidios o no, a las mujeres potosinas las están matando como nunca.
Pero también se les está agrediendo en otras formas. En los primeros siete meses del año se han reportado al SNSP 641 delitos contra la libertad y la seguridad sexual: 258 violaciones, 30 violaciones equiparadas, 239 casos de abuso sexual, 76 de acoso sexual y 10 de hostigamiento sexual.
Se trata de la cifra de hechos denunciados y reportados por la Fiscalía General del Estado al SNSP. Lo hechos no denunciados fácilmente podrían multiplicar esas cifras por 10.
Pero si el titular de la corporación policiaca responsable de prevenir los delitos dice que estamos por debajo de la media nacional, habrá que pensar en que las mujeres deben mudarse a territorios más seguros.
Baja California Sur y Querétaro se reportan sin feminicidios, y Aguascalientes y Durango con uno cada estado en los primeros siete meses de este año. Y hay otros 15 estados donde matan a menos que en San Luis Potosí.
Y si estamos por debajo de la media nacional, ¿tenemos que tener menos miedo que en los demás estados? ¿Que más de ocho de cada diez potosinos viva con miedo no se justifica?
Y si no se justifica que los potosinos tengamos miedo, porque quienes dan ese tipo de declaraciones y hacia arriba, hasta el gobernador Juan Manuel Carreras López, viven rodeados de guaruras.
No. En materia de seguridad no valen comparaciones.
Su obligación es más simple: O le dan seguridad a la población, o son incumplidos al no dársela.