Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital echamos un vistazo al pasado y en esta sección le presentamos uno de nuestros hallazgos:
Desde el poder todo es color de rosa, aunque desde la perspectiva ciudadana todo se vea muy diferente. Así quedó impreso en una misma página de El Monitor Republicano del 16 de diciembre de 1884.
La versión rosa:
NOTICIAS DE SAN LUIS POTOSÍ
Pertenecen las siguientes al Correo de San Luis:
“Elecciones.- Se han verificado en todos los Partidos y ha sido electo en todos, por unanimidad, el Sr. General Carlos Diez Gutiérrez gobernador constitucional del Estado. He aquí la prueba más palpable de la absoluta popularidad de nuestro candidato, que vendrá al poder apoyado en la unánime voluntad del pueblo potosino”.
La perspectiva ciudadana:
OVACIÓN POTOSINA
Sres. Redactores del Monitor Republicano._ México, Diciembre 13 de 1884.
El día 27 del próximo pasado fue un día de júbilo para San Luis Potosí.
Los estudiantes del Instituto Científico, Seminario, Colegio Potosino, Escuela Normal y otros establecimientos acordaron hacer una manifestación pública con motivo del triunfo obtenido por el pueblo contra los que apoyan el nefando contrato de la deuda inglesa: habían tenido sus sesiones animadísimas en la Alameda, pero perseguidos por la policía, se reunieron en algunas casas particulares, dispusieron su programa y repartieron invitaciones impresas, burlando las pesquisas de los agentes del poder.
A las cuatro y media de la tarde el gran zócalo de la Alameda estaba lleno de una concurrencia entusiasta: el joven poeta Manuel S. Othón pronunció un pequeño pero elocuente discurso que fue recibido con indescribible frenesí por aquella multitud ebria de gozo al mirar la patria libertada: a continuación partió la comitiva compuesta de los nobles hijos de la ciencia y de industriales, artesanos, obreros y comerciantes, seguidos de una muchedumbre popular que incesantemente lanzaba sus vítores en medio de salvas atronadoras, de aplausos y de himnos marciales. Entre aquella inmensa comitiva aparecía como representación de acrisolada honradez y recuerdo de época gloriosa y como digno modelo para la juventud, un grupo de antiguos patriotas que llevaba unos estandartes con los colores nacionales en donde se leían estos lemas: “antes que la Nación, perezca la juventud”, “Sálvese la patria y mueran los tiranos”. Allí se veía al Dr. Ignacio Gama, personificación de la caballerosidad que en otros tiempos presto el contingente de su reconocida aptitud a administraciones moralizadoras, pero desde hace largos años está exclusivamente consagrado al ejercicio de su bienhechora profesión; al sastre Teófilo Porras que en 1868 clausuró su taller para ocurrir presuroso a Puebla combatiente y tomar su puesto del vigilante de Ocotlán, no ocupándose después del triunfo nacional más que de su trabajo y de practicar la caridad; al Ingeniero José María Gómez del Campo, el fronterizo de carácter independiente, compañero de los inmaculados de Paso del Norte: allí se veía a varios patricios que con las armas concurrieron a la defensa de la nacionalidad cuando las invasiones americana y francesa.
La procesión cívica recorrió las principales calles de la ciudad aumentándose a su paso más y más, de modo que formaba al rematar la jornada un torrente inmenso que se desbordaba por todas partes: a algún gobernista se le antojó vitorear a Carlos Gutiérrez, pero la silba y el ridículo más espantoso fueron la respuesta; millares de gritos, cual rayos retumbantes, sofocaron aquella.
Los discursos en pleno espacio nada dejaron que desear de aquellos jóvenes que hacían la manifestación más libre y espontánea; se distinguió el del joven pasante de abogado Guadalupe G. Rostro por sus elevadas miras y por haberlo pronunciado con todas las reglas de la oratoria.
Los habitantes todos de San Luis se apresuraron a obsequiar los deseos manifestado por estos obreros de la ciencia y del trabajo, pues en a tarde la ciudad presentaba un cuadro encantador con el sinnúmero de composturas y por la noche la general iluminación vinoa completar la belleza que ostentaba la ciudad ataviada: sólo las casas de los empleados y las oficinas del Gobierno estuvieron sin adornos y luces.
Los estudiantes potosinos residentes en México al suplicar a los apreciables RR. Del popular Monitor Republicano se sirvan insertar la anterior ovación, aprovechan la oportunidad para hacerse intérpretes de sus hermanos dirigiendo un merecido voto de simpatía y aprecio a los dignos mexicanos CC. Justino Fernández y Alberto L. Palacios, únicos diputados por el Estado que, cumpliendo con su deber, votaron en contra de la malhadada deuda inglesa._ José Guerrero y Cortés._ Inocencio Arriola.
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