“Siga investigando”: orden de PME a madre de desaparecida

 

Por: Eduardo Delgado.

 

“Siga investigando y nos trae lo que consiga”, le ordenó un agente de la Policía Ministerial del Estado a Martha Eugenia Ramírez Herrera. Antes, un Ministerio Público la mandó a entregar oficios a esa corporación para emprender la investigación de la desaparición de la mayor de sus tres hijos. Le condicionaron que “si quería” que ahondaran en la búsqueda eso “ameritaba gastos”. Aparte, la madre de Ruth Adriana Ramírez, de 29 años, recibió una llamada de una persona que le pidió 5 mil dólares a cambio de la información de su hija, quien un día le comentó a su mamá haber contactado, a través de la red social “Zello”, a una persona: “Quiere venirme a conocer y tal vez venga”, le dijo.

Hasta antes del primero de octubre “nuestra vida era normal”. Martha Eugenia, como muchos, no daba la más mínima importancia a la información acerca de casos de personas desaparecidas. En Internet veía páginas de personas que pedían compartir datos de personas y decía: “eso no existe, no ha de ser cierto, a mí no me va a pasar…; ahora, con mucha pena y vergüenza, les pido a todas las personas en el Facebook que me ayuden a compartir la foto de mi hija para encontrarla”.

Implora una madre angustiada, que vive en la zozobra, inmersa en la impotencia e incertidumbre. Ahora suma los días desde que su hija salió de su domicilio para ir a trabajar y nunca llegó. Era vendedora de cobertores y colchas por catálogo. Estudió hasta el V semestre de Pedagogía.

Hay testigos, refirió Ricardo Sánchez García, vocero del Centro de Derechos Humanos “Samuel Ruiz”, que confirman que Ruth Adriana les comentó que “su amigo”, al que conoció a través “Zello”, iba a venir de visita a San Luis Potosí. El día previo a su desaparición les dijo que éste la estaba esperando en la esquina de la oficina donde laboraba.

La madre interpuso la demanda tres días después de la desaparición, porque sabía que “por ley” debía esperar de 48 horas a 72 horas. El 4 de octubre, cuando llegó a la Procuraduría del Ministerio Público, le informaron que “las cosas cambiaron y que debía haberla reportado desde el momento que desapareció”.

Tras la denuncia “me mandaron a llevar los oficios a la ministerial para empezar la investigación, cosa que nunca se llevó a cabo”. Al día siguiente “fueron los ministeriales a mi casa y les narré todo. Antes de retirarse me dijeron que en 48 horas me daban una repuesta, porque lo consideraron un caso especial porque mi hija es adulta”.

“Ella no era de andar en antros, fumaba pero no tenía vicios. No tenía amigas que la visitaran, amigos tampoco. Su vida era muy familiar”, añadió.

Transcurridos los días sin resultados, le habló por teléfono al agente encargado de la indagatoria y éste nunca le contestó. “Tuve que volver a las oficinas, donde le dijeron que estaban trabajando en ello”.

“Que si quería que ahondaran en la búsqueda eso ameritaba gastos en viáticos para comida, hotel y para poderse mover. Y como yo no tengo, allí quedo todo”, recordó.

Posteriormente recibió una llamada de extorsión. “Me pedían 5 mil dólares por la información y me dijeron que la tenían en un lugar donde no era fácil vivir”.

Aparte recibió un mensaje a través de Facebook. “Imprimí la foto de la chica que me lo mandó, se los llevé a la ministerial aproximadamente el 9 de octubre. Se lo di al jefe de grupo que traía el caso. Me dijo que siguiera investigando y que todo lo que recopilara se lo llevara para anexarlo al expediente”.

Preguntó si rastrearían la llamada y el mensaje. Le dijeron que sí “pero hasta el martes (13 de octubre)”, porque el lunes, como era día de la raza, no trabajaban. Le pidieron que esperar su llamada, “la que hasta el momento sigo esperando”.

“Una persona me dio el dato de licenciado Ricardo y es con quien he estado tratando de investigar lo más que se pueda. Metimos una ampliación de la demanda por caso omiso de los ministeriales, porque del 4 al 19 de octubre no hicieron nada”.

Esa vez se percataron que la primera vez no le tomaron la denuncia, pues la mamá “volvió a narrar todo; el expediente tenía un número pero sin absolutamente nada. Además no obraba ningún informe de los ministeriales, solo la información que la señora les dio”, recordó el vocero del Centro de Derechos Humanos “Samuel Ruiz”.

Aquel día “tuvimos que partir de cero, hacer la denuncia y ordenamos que se siguieran diversas líneas de investigación”, una de ellas respecto de un video de un negocio al que Ruth Adriana acudió un día anterior acompañada de un hombre.

“La primera vez la señora mencionó el video, pero hasta la segunda vez se giraron los oficios para requerirlo y no en ese momento, sino una semana y media después, más o menos”, estimó Ricardo García.

Condenó que hay establecido un protocolo en el que se dictan las acciones que la policía debe realizar para investigar las desapariciones, “pero no se aplica, porque no se conoce; los Ministerios Públicos no están capacitados, no saben cómo actuar, qué acciones emprender, a pesar de que hay formatos establecidos para recabar datos, vitales durante los primeros días”.

La madre de Ruth Adriana recordó que un domingo, entre fines de agosto y la primera quincena de septiembre, su hija le comentó que conoció a un hombre a través de “Zello”. “Un día que descansamos las dos estábamos en la casa. Me dijo que conoció a un chico por una red social que la quería venir a conocer y que tal vez vendría. Hasta ahí”.

Comentario que en ese momento no le tomó importancia. Solo le expresó la preocupación natural. Escuchó que su hija le explicó el funcionamiento de esa red social, que es de radio, no es como Facebook. “Se comunican de todos lados del mundo y se integran grupos de conversación”, le dijo. Opera como los radios de comunicación móvil.

“Le dije que tuviera mucho cuidado, que esos canales son peligrosos porque no conoces a las personas. Ella me dijo que sí”.

Aseguró que la vida con su hija y dos hijos “era una vida normal”, como en cualquier familia. “El trabajo, pláticas rutinarias, de cómo te fue y ya”.

En marzo de este año, Ruth Adriana rompió con un novio originario de Zacatecas. El ex novio, enterado de la desaparición, “habló consternado; se acaba de casar con una chica de allá, pero llamó para ponerse a las órdenes de nosotros. Ese lado quedó descartado”, precisó.

La última vez que su hija durmió en casa, llegó y no quiso cenar, porque adujo que andaba muy cansada y prefería dormir. “Eran como las nueve y media de la noche”. Cuando le tocaba el turno nocturno, solía regresar a esa hora. “Llegaba caminando, pues su trabajo estaba a unas cuadras de distancia de la casa”. Pero “sí le daba miedo andar sola en la calle y a veces me pedía acompañarla a su trabajo”.

Tenía temor, explicó, porque cuando cursaba la secundaria, pelafustanes “la acosaban con piropos obscenos y eso no le gustaba”.

Marta Eugenia dijo que si tuviese la posibilidad de hablar con el gobernador, Juan Manuel Carreras López, le pediría apoyo para investigar y encontrar a su hija.

“No es un hecho, no es una afirmación, simplemente se deben agotar todas las posibilidades e ir descartando una a una. A ustedes, como prensa, les pido subir fotos de ella para hacer más amplia la búsqueda”.

“Estoy muy decepcionada de la Policía Ministerial. Toda la información recabada ha sido de uno, no de ellos, y simplemente me piden que se las lleve para anexarla”.

“Supongo que la han de presentar como que ellos la están trabajando, pero a mi me mandaron a Telcel a pedir una relación de las llamadas del teléfono de mi hija y al banco un estado de cuenta de su nómina. Cuando me presenté no me las quisieron dar porque tenía que ir con ellos, y yo les dije que ellos me habían mandado”.

“En Telcel me trataron mal porque debía solicitarla por la vía legal, y me cuestionaron del porqué estaba yo tomando esas atribuciones”, rememoró.

“El penúltimo día que fui a ver a los agentes me dijeron: “Siga usted investigando y nos trae lo que investigue”. Les dije: ¡Hasta aquí!, ya no puedo más, no sé de dónde sacar más información. ¡Ahora les toca a ustedes seguirla!”.

Se supone, intervino Sánchez García, que son investigadores, que tienen técnicas, conocimientos y recursos. “Afecta la vida de toda la familia de la víctima, comenzando por el estado de ánimo”.

“Entiendo que ellos deben tener mensajeros para enviar oficios. La señora ha pedido permisos en su trabajo para faltar e investigar y hacer diversas gestiones, lo que afecta su trabajo y su economía, pues finalmente el patrón puede ser muy comprensivo, pero “solamente un día…”.

Eso motiva la demora de la entrega de documentos en los plazos establecidos. En resumen, añadió, “es una cadena de afectaciones, derivadas de la falta de sensibilidad, de capacitación y de recursos”.

La señora sostuvo que el hecho de que su hija no se comunique implica algo malo, porque “nuestra comunicación era buena. Soy muy abierta con ellos y de estar ella bien, ya se habría comunicado”.

“Mi familia es pequeña y no se ha comunicado con sus dos tíos ni con su prima, que es la única que tiene. Con mi madre tampoco, ni con sus hermanos. Haga de cuenta que desde el día primero Adriana ya (se le hace un nudo en la garganta)… no tenemos noticias de ella”.

  • ¿Qué llamado les haría a las y jóvenes que usan redes sociales?
  • A los papás, que somos los principales responsables de cuidar a nuestros hijos, darles la confianza para establecer un lazo que nos pudiera ayudar a que dejen de visitar esas redes sociales, en las cuales ellos desahogan la falta de atención de parte de uno. A las niñas simplemente decirles que tengan mucho cuidado, que no se deslumbren con cualquier cosa que les ofrezcan, ya sea trabajo, noviazgo, una relación estable o dinero, porque eso no existe. A la fecha mi hija no aparece y hay personas que se valen de la juventud, de la belleza de las niñas, para hacer mal uso de su persona.
  • ¿Convocaría a unirse a las personas que están en su misma circunstancia?
  • Sí, para hacer esto más fuerte. Porque individualmente no podemos hacer que la policía, el gobierno, nos haga caso para que pare tanta corrupción, crimen organizado, droga, narcotráfico. Si en lo individual no nos pueden ayudar unirnos todos para poder solventarlo con asociaciones como la que tiene el licenciado Ricardo, que nos apoya. La verdad pocas personas como él… he encontrado en él apoyo, comprensión, humanidad.
  • ¿Ha recibido atención de la comisión de atención a víctimas del delito?
  • ¿No se supone que una víctima del delito debe ser canalizada a ese organismo?
  • Así es…
  • Donde hay atención especializada, ¿No le han ofrecido nada?
  • No, nada.

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