Por: Eduardo Delgado.
“Solo quiero que respeten mi derecho a trabajar tranquilamente, sin acoso laboral ni obstáculos”, aseveró la magistrada Yolanda Pedroza Reyes, quien además sostuvo que su reclamo de su derecho a presidir el Tribunal Electoral de San Luis Potosí (TESLP) “es punto y aparte”, enfatizó en entrevista con Astrolabio Noticias, luego de la demanda que hace una semana presentó ante el máximo tribunal electoral en el país.
También sustentó su postura en demanda del respeto a la equidad de género, “porque si como funcionaria, con un rango importante, me quedo callada, ¿qué seguridad le puedo dar a otras mujeres que vengan al tribunal a solicitar mi ayuda?”, advirtió.
En un proceso electoral pueden haber mujeres a las que no les permitan ser candidatas y al recurrir al tribunal, “¿con qué apoyo van hacer valer sus derechos si aquí a mí no respetan mi derechos?”, anticipó.
En materia de equidad de género las féminas, sostuvo, “debemos defender los espacios que hemos ganado, por los que hemos luchado mucho, para ocuparlos como funcionarias o políticos, y como cualquier trabajadora tenemos derecho a que se nos respete el nombramiento”.
Si hace más de un año, recordó, el Senado de la República le concedió el cargo de magistrada “no se me hace correcto y no se vale que mis compañeros tomen las determinaciones sin consultarme nada”.
Interpuesta su demanda, señaló, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJE) “debe decidir si hay elementos de mis acusaciones”, formuladas contra el TESLP, su presidente, Rigoberto Garza de Lira y del Secretario de Acuerdos, Joel Valentín Almanza.
Pedroza Reyes sostuvo que acorde a la ley los asuntos administrativos deben ser aprobados en el pleno, como la autorización de vacaciones y las bajas de personal, citó como ejemplo.
“Acabo de pedir la contratación de dos secretarios de estudio y cuenta, pues nada más tengo uno y me acaban de turnar cinco expedientes para resolver y necesito que definan si los puedo contratar”, expuso.
Su propuesta, comentó, la debe someter a consideración de sus compañeros magistrados, Rigoberto Garza de Lira y Oskar Kalixto Sánchez, pero sobre todo “pedirles de favor…”, deploró.
Además, añadió, las decisiones pueden ser aprobadas por mayoría o unanimidad. “Los dos son mayoría y a todo lo que proponga van a decir que no”, añadió.
El miércoles, condenó, ambos “tuvieron una actuación muy desagradable, porque un asunto administrativo lo trataron de hacer penal. Llamaron a un Ministerio Público, me cerraron la oficina, no dejaron entrar a mis colaboradores y querían ejercer acción penal contra uno de ellos. Ese es acoso”, enfatizó. Los magistrados rectificaron tras percatarse que su actuación era anómala. “Los dos participaron en esa acción en mi contra”.
Aseveró que para poder cumplir su función, debe contar con las herramientas indispensables. Una de ellas “un ambiente laboral tranquilo”, subrayó.
Respecto de la elección de Garza de Lira para presidir otro año más el TESLP, celebrada hace el día 8 del mes anterior, aseguró que fue la elección de Garza de Lira fue irregular, porque la convocaron tres horas antes de la sesión y por ley debe ser con un mínimo de 24 horas de anticipación. “Adujeron que era una situación extraordinaria, pero el día anterior yo estuve todo el día en la oficina y no me dijeron nada”.
En la sesión manifesté mi desacuerdo” y “les planteé que el Senado me nombró por tres años y que si el primer año Garza de Lira fue presidente y el siguiente otra vez, si el que sigue Oskar es electo nunca voy a tener la posibilidad de acceder al cargo”, advirtió.
Expuso que incluso sería discriminatorio si los tres magistrados fuesen varones o mujeres y a uno o una no se le permitiese ocupar el cargo. Cualquiera de los relegados sería discriminado, aseveró.
A pregunta de si es factible que uno se quede sin posibilidad de ser presidente, salvo que la rotación se ordenase por ley, advirtió que igual sería posible que uno no tenga interés en presidir el tribunal.
“En ese caso no se te viola el derecho, porque tú no quieres acceder al cargo, pero si tu intención es acceder y no te nombran ni te dan la oportunidad de participar…”.
“En otros estados nombraron como primer presidente al designado por tres años, para proteger su derecho a ser presidente porque después no iba a ser y eso fue independiente del género”, agregó.
“En Guerrero el primer presidente fue magistrada y entre sus compañeros la eligieron porque era mujer y porque le dieron menos tiempo para ocupar el encargo”, comentó. Asimismo, señaló, “si en Querétaro eligieron a una mujer ¿porque aquí no tengo la posibilidad presidir el tribunal?”.
Admitió que puede interpretarse que el conflicto se originó por cuestiones administrativas, pero “se pueden denunciar actos para prevenir que se deje de actuar de esa manera y sería una forma de protección, no tanto de querer ocupar el encargo, sino de advertir que aquí está sucediendo algo”.
Sostuvo que su exigencia fundamental, es que le permitan cumplir su función para la que fue designada por el Senado en octubre de 2014 y presidir ese órgano “es punto y aparte”, subrayó.
Explicó que el TEPJF deberá resolver su querella concediéndoles el derecho de audiencia a Garza de Lira, Oskar Kalixto y al Secretario de Acuerdos. “Ellos deben contestar si es cierto o no. Pueden decir que soy una mentirosa, que tengo razón o justificarse”, planteó como opciones.
Pedroza Reyes se reservó su derecho a revelar desde cuando padece esta situación y, aparte, negó haber presentado una solicitud de juicio de responsabilidad en el Senado. “Primero se tiene que determinar esto”, consideró.
Son, dijo, varios cauces para dirimir el conflicto y por ahora ella optó por el TEPJF, órgano colegiado ante el cual planteó esta “llamada de auxilio”.
De si una vez acreditadas las anomalías pugnará por la sanción al o los infractores, subrayó: “Lo primero que quiero es que respeten mi derecho a trabajar” y “luego se le tiene que dar seguimiento al caso… como se vayan dando las cosas”, explicó.
Finalmente aclaro que el acoso del que es objeto es exclusivamente laboral y para rematar resaltó que un tribunal debe ofrecer al exterior una imagen de confianza.
“Aquí se están violando mis derechos y tengo el valor de denunciarlo; no sé si me va a resultar contraproducente. Si me resulta, ni hablar, tendré que asumir la responsabilidad de haber denunciado”, anticipó.
