Antonio González Vázquez
La extorsión es un delito contra el patrimonio y es considerado de alto impacto, pues cualquier persona puede ser víctima ya sea por vía de las redes sociales o por teléfono, de modo que los servidores públicos no están exentos, como se dio testimonio con el caso de los diputados locales denunciado ayer.
De enero a octubre del año en curso, se presentaron 100 denuncias por ese delito, según el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Mayo ha sido el mes con el mayor número de denuncias con 16, y el menor, marzo con 5. Hay diez víctimas en promedio mensual.
Datos del Histórico del Centro Nacional de Seguridad Pública revelan que, de 2015 a octubre de 2021, sumaron mil 036 víctimas de extorsión en la entidad.
El año 2016 es el de mayor cantidad de víctimas con 223.
El comportamiento de ese delito según las denuncias presentadas y carpetas de investigación iniciadas en la Fiscalía General del Estado (FGE), apunta a que el 2021 cerraría con 120 casos, que sería el más bajo desde 2015.
Mientras tanto, Semáforo Delictivo reporta de enero a octubre del año en curso, en el municipio de la capital, 44 casos de extorsión.
En octubre pasado, la Fiscalía emitió un comunicado de prensa en el que ofrece consejos para evitar extorsiones telefónicas.
Uno de esos consejos es desconfiar de las llamadas y mensajes de números no registrados o que se desconozcan. Si fuera el caso es preferible no contestar; tampoco se debe proporcionar ninguna información personal como nombres y apellidos completos.
No dar los números de tarjetas de crédito, incluido el de tres dígitos que se encuentra en la parte reversa del plástico; si se comienzan a recibir amenazas debe colgarse de inmediato para no caer en ese juego delictivo.
No realizar ningún tipo de depósito cuando se solicite o exija y denunciar para que se brinde la asesoría respectiva.
No se pierda la comunicación con la familia y que estas temáticas se platiquen con amigos y compañeros de trabajo para que no los sorprendan.
Otro de los aspectos a considerar es en la información que se publica en redes sociales, pues se debe evitar presumir bienes o recursos económicos, ubicaciones o rutas por las que se desplazarán. De preferencia mantener perfiles privados o con los candados de las propias plataformas.
Hay que tener vigilancia constante en las páginas web que visitan los menores de edad.
