Un ave rara en el pensamiento clásico
c. 20 a. C.-c. 45 d. C.
Frater Ignatius
Estamos ante una persona que enriqueció la cultura clásica como muy pocos. Tuvo el privilegio de nacer en Alejandría, foco intelectual único en aquellos lejanos años. Se nutrió del pensamiento griego de una forma como casi nadie puede hacerlo. Era de familia muy acaudalada y su hermano tenía poder político.
Filósofo, teólogo, exégeta, escritor, historiador, pensaba siempre en Dios como el Gran Arquitecto, anticipándose en mucho al pensamiento masón.
Sostenía que el mundo es de Dios y no de los hombres y que se le debe adorar simplemente. Cuestionarlo es vano; defenderlo es el mejor camino para la realización espiritual.
Decía que hay dos tipos de ángeles: los que acompañan al todopoderoso y los que ayudan a elevarse al hombre hacia la mortalidad.
Los cuatro pilares de su teología son: Prudencia, templanza, valentía y justicia.
Filón desconfió siempre de la política e incluso con su poderoso hermano tuvo algunas rencillas que luego se subsanaron sin problemas.
Interpretó la Biblia a través de la filosofía griega y aquí viene su más grande aportación. Dedica toda su vida a defenderla con todo el bagaje griego. Es una combinación rara entre lo más sublime en los helenos y el abstracto pensamiento judío.
Sucede algo extraño en su pensamiento. Existe una influencia dentro de los padres de la iglesia como Orígenes o Agustín de Hipona, pero casi no pesa en el discernir judío. Es posible que esto se deba a que no escribió en hebreo.
Los ídolos de su abstracción filosófica fueron Pitágoras y Platón. Se sentía cercano a los estoicos. No obstante, pone en otro nivel a su amado Moisés, al que considera prácticamente de otro mundo.
Asevera Filón que la libertad interior es la verdadera, la más importante. Las circunstancias pueden variar, pero la libertad de un ser humano es inconmensurable.
Sin ser tan conocido dentro de la historia de la filosofía, este hombre tan extraordinario es un puente y una rica amalgama entre dos grandes culturas y su eclecticismo ayudó a conformar una valiosa cultura de la cual gozamos aún en nuestros días, estemos de acuerdo o no con lo que pensó.
