Nada se sabe sin la iluminación divina
1266-1308
Frater Ignatius
Filósofo escolástico e intelectual franciscano. Nació en Escocia pero viajó mucho a Oxford, París y Colonia en donde encontró la muerte muy joven. Le llamaban el “doctor sutil” a causa de razonamientos de elevada calidad lógica.
Paradójicamente está inmortalizado en la lengua inglesa por dar su nombre al término “estúpido”. Aclaremos que este vocablo en aquella época se usaba para un grupo de seguidores del sabio que sostenían que nada puede saberse sin la iluminación divina.
El franciscano argumenta que existen tres maneras de conocer que no requieren mayor prueba y solo con la iluminación divina. Primera, hay principios conocidos por sí mismos, es decir, a priori. Segunda, hay cosas conocidas inmediatamente a partir de la experiencia y tercera, hay conocimiento directo de nuestras propias acciones.
Admirador de Agustín, pero contrario en algunas tesis al santo de Hipona como lo relativo al pelagianismo y al libre albedrío.
La mayor contribución de Duns Escoto tiene que ver con ciertos debates lógicos y lingüísticos. Aunque estos debates se iniciaron en el medioevo, se han convertido en verdaderas controversias y enriquecimiento intelectual en la modernidad, concretamente en la filosofía del lenguaje.
Entre todas estas, la preocupación por el principio de individuación –un tema que luego Leibniz trató-. Según Escoto, lo que individua una cosa de otra depende de la forma más que de la misma materia. Eso se acerca a un idealismo.
Duns Escoto hace del tiempo y del espacio mismo, cualidades de un mismo objeto, en otras palabras, partes de la forma de una cosa. Una combinación de cualidades es lo que hace que una cosa tenga una característica u otra.
Si argumentamos que el espacio y el tiempo son parte de las cualidades o de la forma de un objeto, entonces, el filósofo tiene razón al decir que dos cosas nunca podrán tener la misma combinación de cualidades.
Podemos considerar a Escoto junto con Aquino y Occam como pilares de la Iglesia Católica. Es escocés, razonó mucho sobre la inmaculada concepción y sobre las bases de la Iglesia.