120 filósofos: Marco Tulio Cicerón

¡Oh tiempos, oh costumbres!

106-43 a.C.

Frater Ignatius

Se puede considerar a Cicerón un polímata a causa de todos los intereses que desarrolló y practicó a lo largo de su vida. Fue jurista, político, filósofo, escritor, orador, historiador, poeta, humanista, traductor y, en cierta forma, teólogo. A muchos cristianos les simpatizó este hombre singular que siendo tan humilde, llegó a codearse con la auténtica aristocracia romana.

Retórico y estilista de la lengua de altos vuelos, debido a su ambición por equiparar el latín con el griego, se le puede considerar como el más grande literato en latín. Incluso, un protolingüísta y filólogo. Es famoso por sus catilinarias, importantes discursos de este genio del idioma.

Hizo sus estudios en Grecia y amó profundamente esta cultura. Al mismo tiempo, encaminó gran parte de sus esfuerzos a darle al latín carta de lengua franca de alto nivel, lo cual logró con extraordinarios resultados. Por ello es el creador de un vocabulario de filosofía que dotó al latín de una sutileza de pensamiento que rivalizaba con el griego.

Fue un político de pura cepa que fijó muchos de los cimientos del derecho romano. Luchó contra las ideas absolutistas y fue un seguidor fiel de la República. En sus cartas a Ático (historiador romano y editor) impacta en toda la literatura europea.

En sus últimos años, profundizó en toda la filosofía griega y creó una filosofía propia con forma ecléctica. Era docto en el platonismo, peripatetismo, estoicismo, epicureísmo –al cual criticó-, escepticismo, es decir; en las principales escuelas filosóficas de los helenos.

Por sus ideas políticas se enemistó con Marco Antonio y ahí cavó su tumba. Fue asesinado y decapitado. Le arrancaron la lengua, erigiéndose una ironía apabullante, ya que precisamente con esa lengua fue el gran orador de Roma y habló el precioso idioma del latín como nadie lo había hecho antes.

Petrarca lo descubre y abre en pleno el Renacimiento y el Humanismo en el siglo XIV. Fue cima en toda la Ilustración influyendo a pensadores tan notables como John Locke, David Hume, Montesquieu y Burke.

Cicerón es una autoridad ineludible en la última época de la República Romana.

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