120 filósofos: Plotino

El Uno, el Intelecto y el Alma

205-270

Frater Ignatius

Plotino nació en Egipto y fue educado completamente en la tradición griega. Vivió en Alejandría y luego se estableció definitivamente en Roma, después de una fallida expedición a Persia del emperador Gordiano. Eran tiempos convulsos y se puede considerar a este pensador como el último gran filósofo de la era romana.

La fama de Plotino radica en su elaboración y casi perfecta estructuración de todo el pensamiento de Platón, por eso se le considera el padre del neoplatonismo en Roma. No obstante, se puede afirmar que su filosofía estuvo asimismo influenciada por Aristóteles y por los estoicos romanos.

Muchas de las obras de Plotino fueron compiladas y editadas por uno de sus estudiantes preferidos, Porfirio, bajo el título de Las Enéadas, derivadas de la palabra nueve, al querer significar que hay nueve tratados en cada libro. Lo anterior deriva de las clases que impartía el maestro en la capital del imperio.

La filosofía de Plotino combina lo místico con lo práctico y ejerció gran influencia en la teología cristiana, principalmente en San Agustín y en Boecio.

Su filosofía sostiene que todos procedemos del Uno y que el fin de cada ser radica en regresar a esa raíz primigenia obrando con virtud y el bien como bandera. Se cree en una especie de trinidad compuesta por el Uno, el Intelecto y el Alma. La contemplación nos permitirá retornar a tan ansiado paraíso.

Plotino era un hombre dulce y afable. Recogía huérfanos y les daba de comer, además de enseñarlos a pensar. Era vegetariano, célibe y ascético. Porfirio cuenta que varias veces lo observó en pleno éxtasis.

La clave para entender esta filosofía consiste en pensar que los tres niveles de realidad, es decir, el Uno, el Intelecto y el Alma, son progresiones lógicas o niveles de contemplación, de una singular realidad perpetua, en vez de sucesiones temporales provenientes del interior del ser. El tiempo fue creado por la inadecuada naturaleza para contemplar lo divino.

Después de una larga vida consagrada a la enseñanza de la filosofía, Plotino muere de lepra a los 66 años de edad, con influencia en cristianos, musulmanes y judíos.

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