Marcela Del Muro
En el último día de 2024 tres hombres fueron desaparecidos en Villa de Arista. Con estos hechos delictivos se cerró uno de los años más violentos en este municipio del Altiplano potosino, dejando a decenas de familias asoladas por las desapariciones, las balaceras, las extorsiones, los robos y con un miedo intenso a denunciar o hablar de lo que saben.
A Jesús Rodríguez Leija se lo llevaron de su casa la madrugada del 31 de diciembre. El hombre de 59 años, al escuchar detonaciones a lo lejos, salió a revisar qué pasaba. Su hermana Jazmín no entiende porqué se lo llevaron a él, un hombre bueno, dedicado al cuido de su papá enfermo, sin riquezas, pero siempre solidario con sus vecinos.
“Él se quitaba el pan de la boca para dárselo a los demás. Es una buena persona, un gran hermano, un buen hijo y un buen tío. No se vale que le pase esto a personas buenas”, reclama Jazmín, mamá de Fernanda Morán e integrante de la colectiva de familias de víctimas de feminicidio Por ellas, por nosotras y por todas.
Se sabe que hay decenas de pobladores de Villa de Arista, sobre todo hombres jóvenes, que han sido desaparecidos desde el 2021, sin embargo, actualmente, no existe un registro certero que establezca cuántas personas continúan ausentes en el municipio.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), del 2021 al 2024 hay cinco personas —cuatro hombres y una mujer— que continúan desaparecidos, además, se registró la localización de 25 personas, dos de ellas sin vida. Estos datos contrastan con las fichas de búsqueda activas en las páginas de Facebook de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) y la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, que indican la búsqueda de 28 hombres y reportan la localización de ocho personas, seis hombres y dos mujeres.
A pesar de que el RNPDNO no cuenta con datos de personas desaparecidas en Arista durante el 2024, se dice que las desapariciones fueron más frecuentes. Las fichas activas de búsqueda indican la pesquisa activa de 21 personas, pero se sabe que los reportes han sido pocos por el miedo.
Edith Pérez Rodríguez, directora del colectivo de búsqueda Voz y Dignidad por los Nuestros, dice que en octubre de 2024 el colectivo reportó el hallazgo de una fosa clandestina en el municipio. “Y, siguen encontrando”, indica Edith. Sin embargo, el peligro latente en la zona impide que las familias del colectivo participen en las búsquedas en campo. “Está muy feo y lo peor es que la gente no dice nada por miedo”, explica Edith.
El miedo, la cifra negra de personas desaparecidas y la imposibilidad de buscarlos
Leticia —su nombre fue cambiado por seguridad— tiene un familiar desaparecido desde el 2023, dice que tardaron en levantar la denuncia, pero lo hicieron porque varios jóvenes regresaron a casa. La mujer sabe que la ficha de búsqueda sigue circulando por redes sociales, pero el miedo la ha hundido a ella y a su familia en un silencio profundo y doloroso, porque tampoco pueden buscarlo.
“Yo comparto la publicación en fechas especiales, cuando más duele que no está, pero siempre me arrepiento. Admiro mucho a las que comparten, ves fichas hasta en los grupos de venta. A mí me da miedo que nos hagan algo más, que se lleven a otro”, dice Leticia.
La mujer dice que en el pueblo “no se sabe con quién te estás metiendo, a quién estás denunciando”, y recuerda la detención de Elena N. el pasado 28 de diciembre, supuesta jefa de plaza del grupo criminal que opera en Villa de Arista y ex agente de la Guardia Civil Estatal.
La desconfianza en las corporaciones policiacas ha crecido. En diciembre de 2022, la FGE reportó la aprehensión de cinco policías municipales implicados en la desaparición de unos jóvenes viajeros, el 4 de octubre de aquel año.
“Al llegar a ese lugar, fueron abordados por los elementos policiales, deteniéndoles sin motivo aparente, además de que presumiblemente los golpearon. Una de las víctimas logró escapar y dio aviso a las autoridades, comenzando con las indagatorias”, narra el comunicado de prensa.
La señora Jazmín percibe que desde el 2022, exactamente desde la desaparición y el feminicidio de Chuyita Lelixia Rodríguez, el 14 de septiembre, la violencia comenzó a arreciar en el pueblo.
“Arista era un lugar tranquilo, donde no te preocupabas por nada. Yo llegaba y soltaba a mis hijos, aquí podían ser libres”, recuerda Jazmín.
Sara, quien también pidió el anonimato, piensa que la delincuencia se hizo visible desde finales de 2021, cuando iniciaron las extorsiones a agricultores, que después se extendieron a varios de los comercios en la zona. Para el 2022, recuerda, comenzaron los robos de autos y camionetas, sobre todo en la carretera que conecta con el municipio de Moctezuma.
Cada vez más familias de Villa de Arista se suman a las víctimas de la delincuencia organizada. El miedo convirtió al pueblo en una zona de silencio, la violencia lo ha ido apagando en estos últimos años.
“En la familia ya nos cuidamos mucho, todos en realidad, ya no hay nadie en la calle cuando oscurece”, dice Sara, que es tía de Leticia y fue el primer contacto para las entrevistas.
Leticia aceptó hablar con la idea de buscar a su hermano, en parte, empujada por la nostalgia de las fiestas navideñas, pero conforme transcurrió la plática decidió no hacerlo público.
“Yo quiero que se sepa, pero no quiero que le hagan nada por hablar de su desaparición. Yo espero que esté bien y pueda regresar”.
Jazmín espera lo mismo de su hermano Jesús. “Yo no quiero problemas, lo único que les ruego es que cualquier información que tengan de mi hermano me la hagan saber o llamen de forma anónima a los números que aparecen en la ficha de búsqueda (…). No saben lo que es pasar un 31 de diciembre con la angustia de que una de las personas que más amo en la vida está desaparecido”, comenta Jazmín en la página Unidos por encontrarte Fernanda Guadalupe Moran Rodríguez, en Facebook.