Ciudad de México (23 de septiembre de 2016).- La atracción sexual, inicialmente se percibe a través de los sentidos; a primera vista, la apariencia, el tono de voz, los aromas y hasta el lenguaje corporal de la otra persona, enamoran. Se trata de un instinto natural de entre el humano donde existen diferentes tipos y grados de atracción (incluyendo la afectiva) sin que una sea “lo correcta” y claro, tampoco existe una pauta que marque qué le debe gustar a quién ni cuándo, ni cómo, ni dónde.
La bisexualidad es esa atracción sexual y/o afectiva que se tiene, indistintamente, hacia personas de cualquiera de ambos sexos y según los especialistas, esta orientación sexual, puede llevarse a cabo de formas muy variadas, dependiendo de la personalidad e intereses de cada quien. Es decir, puede haber quien prefiera las relaciones hetero, pero que en algún momento se sienten muy atraídos o incluso se enamoran de alguno de su mismo sexo.
Por el contrario, hay quienes se dicen homosexuales pero de pronto llega esa persona especial del sexo opuesto, que los hace inclinarse por una relación hetero. Sin embargo, hay que tener muy claro que no es lo mismo ser bisexual que ser gay o lesbiana.
¿La heterosexualidad es inexistente?
Al parecer, los seres humanos somos más bisexuales que heterosexuales. Y es que, por lo menos, en el caso de las mujeres, los expertos indican que, al tener una mayor apertura en cuanto a sus preferencias sexuales, a nivel psicológico, tienen una mayor flexibilidad en cuanto a su atracción por ambos sexos. ¿Qué quiere decir esto? Pues el Departamento de Psicología de la Universidad de Essex (Reino Unido), reveló que las mujeres, o son gay o son bisexuales pero nunca heterosexuales. No, esto no es nada malo, simplemente es que, a través de un experimento, se comparó la respuesta sexual de más de 500 mujeres ante estímulos, tanto masculinos como femeninos donde se reveló que las mujeres demuestran la misma excitación al observar imágenes provocativas, tanto de hombres, como de mujeres. “Fisiológicamente, las mujeres se excitan por igual ante estímulos de ambos sexos”, afirma el Dr. Gerulf Rieger, autor del estudio.
Por otro lado, aquellas participantes, declaradas homosexuales, sí mostraron una respuesta física totalmente inclinada los estímulos femeninos, teniendo la misma reacción que tendría un hombre heterosexual, hacia una imagen femenina.
Es así como Rinna Riesenfeld, escritora, sexóloga y psicoterapeuta, afirma en su libro ‘Bisexualidades’, que existe más de una bisexualidad, pues la intensidad, el contexto y las preferencias de la persona varían cuando menos lo esperan. A diferencia de la heterosexualidad o la homosexualidad, la bisexualidad no sigue una “norma” estricta y no, tampoco existe un estilo de vestimenta ni nada que indique que alguien es uno y otro.
Nuestra sociedad está más sexualizada y cada vez se rompen más tabús con respecto a los intereses sexuales de las personas. Aunque aún hay un largo trecho para acabar con el rechazo y la violencia hacia aquellos que “piensan diferente”, existe mucho más conocimiento al respecto que permite abrir debate y lograr puntos en común. A final de cuentas, lo importante es que el mundo aprenda que “el amor gana” (#LoveWins).
Fuente: Publímetro. (Por Karen Hernández)