Por Victoriano Martínez
– ¿Qué tiene que ver Margarita con Nava?
La pregunta se la hizo Manuel Nava Calvillo a Xavier Boelsterly, quien confrontó al grupo de navistas que se apostaron frente al monumento al Doctor Salvador Nava Martínez, con la intención de evitar que la precandidata presidencial panista Margarita Zavala Gómez del Campo colocara una ofrenda floral al líder civilista.
– En primer lugar Nava es público, es de todo el mundo y ella puede venir aquí…
Boelsterly había descendido unos minutos antes del autobús de la precandidata que, tras pasar por el lugar, se paró a dos cuadras, por la calle Uresti, entre Carranza y Madero.
– ¿Y por qué no se bajó? – le insistió Nava Calvillo.
– Porque están ustedes aquí jodiendo, para joder, nada más. Nomás para molestar – respondió Boelsterly entre los gritos del grupo de navistas entre los que por momentos dificultaba escuchar sus palabras. “…pobre de tu Mamá”, se alcanzó a oír que le decía Boelsterly a Nava Calvillo.
Un asesor de la senadora Sonia Mendoza hizo una seña a Boelsterly y tras avanzar un momento más en el intercambio de reclamos con Nava Calvillo, se retiró.
Ese fue el momento de mayor tensión entre las 17:30 horas, cuando los navistas llegaron y se instalaron frente al monumento con cartulinas en contra de la aspirante presidencial panista, y las 19:09 horas, cuando Zavala se encaminó a la Plaza de la Democracia, desde la Plaza del Milenio.
A su llegada, los navistas comenzaron a repartir un volante en tamaño media carta con el encabezado “Manifiesto en defensa del legado de Salvador Nava Martínez”, en el que hacían la siguiente advertencia:
“La señora Zavala pretende utilizar el legado del Doctor Nava para construirse una imagen artificial de demócrata, pero sobre todo, para practicar lo que ella, su marido y el Partido Acción Nacional han practicado todo el tiempo: la simulación, el engaño y la traición”.
Fueron prácticamente 100 minutos de un ir y venir de personajes panistas locales que buscaban la forma de que Zavala logrará su objetivo de colocar la ofrenda floral que desde pasadas las 5 de la tarde ya se encontraba del lado oriente del monumento.
Medio centenar de navistas levantaban sus cartulinas cuando un poco más de panistas desplegaron una manta morada en la que se leía “Yo con México San Luis Potosí Bienvenida Margarita”, lo que abrió paso a un duelo cartulinas-manta.
“Estás tapando nuestra protesta con tu manta”, dijo Juan Carlos Ruiz Guadalajara, investigador de El Colegio de San Luis, al tiempo que se colocaba frente a la manta con su cartulina en alto, en la que se leía “Calderón/Zavala = muerte”.
La llegada de un grupo de “batucada” con uniforme de apoyo a Margarita Zavala, añadió un ambiente festivo al enfrentamiento, al grado de que por momentos los gritos de “¡Asesina! ¡Asesina!” se mezclaban con el sonido de las percusiones, en un improvisado remix.
Llegó un momento en que el rítmico ambiente puesto por los percusionistas transformó la disputa por la plaza entre la manta y las cartulinas en un surrealista baile protagonizado por el panista Fernando Mata y el navista Ruiz Guadalajara, al que pronto se incorporaron varias bailarinas espontáneas de ambos bandos.
En medio de la festiva tensión –gracias a los percusionistas–, los organizadores de la visita de Zavala al monumento de Nava hacían cálculos sobre la forma en que se podría intentar que Margarita llegara al monumento.
El autobús de la candidata ya había pasado en dos ocasiones por el lugar, pero sin parar. Finalmente, la esposa del expresidente Felipe Calderón descendió de una camioneta en la Plaza del Milenio, a unos metros de la avenida Carranza, desde donde la acompañó un pequeño grupo de panistas.
Flanqueada por el ex alcalde Mario Leal y la senadora Sonia Mendoza, Zavala entró a la Plaza de la Democracia por el acceso de la calle Alvaro Obregón.
Los navistas entrelazaron sus brazos frente al monumento y las consignas arreciaron. “¡Margarita! ¡Margarita!”, gritaba la gente arremolinada en torno a Zavala. “¡Asesina!¡Asesina!” gritaban los navistas frente al monumento.
Zavala comenzó a rodear la fuente que se ubica al centro de la plaza para llegar al monumento. Le acercaron la ofrenda floral. Pronto su trayecto fue desviado por la valla navista. A pesar de que intentó pedir la oportunidad de acercarse al monumento, se enfrentó a las expresiones de rechazo.
“Retírate, no seas imprudente”, le gritaron en varias ocasiones cuando hizo el intento por acercarse al monumento.
Cuando ya había rodeado tres cuartas partes de la fuente central de la plaza, una tía de Mary Chuy Armendarez, quien se encuentra encadenada en la Oficialía Mayor de Gobierno del Estado, le entregó un expediente sobre el caso. Se lo turnó a quienes la rodeaban, entre quienes asentía con la cabeza Sonia Mendoza.
La aspirante a la candidatura panista a la presidencia de la República pidió entonces un micrófono:
– A ver muchachos, déjenme darles las gracias. Para mí Salvador Nava Martínez es una persona muy importante para mí, en mi vida. No vamos a provocar, vamos a retirarnos. Él es mucho más que grupos.
Terminó el recorrido para realizar la vuelta completa a la fuente con saludos a un trío de niñas sobre la fuente, las infaltables fotografías y selfies con sus seguidores, entre quienes se contó a una de las policías que cuidaban el tráfico en la zona. Salió por donde entró y avanzó a pie por la calle Alvaro Obregón, hacia el centro.
Frente al monumento, los navistas no paraban de gritar consignas. Cuando la vieron alejarse, comenzaron a entonar el himno nacional.
Atrás del monumento, del lado poniente, el arreglo floral, que nunca llegó a su destino, quedó tirado y maltrecho. Unas chiquillas, las mismas que Margarita saludó de beso sobre la fuente, rescataron algunas de las flores que estaban menos deshojadas.