Por Victoriano Martínez
Este miércoles fue de exhibición de por lo menos tres variantes de los excesos del poder.
Uno. La petición del Frente Ciudadano Anticorrupción para que se transparente el uso del presupuesto para gestoría institucional de la anterior Legislatura porque hasta hoy se encuentra bajo un manto de opacidad prolongado por los actuales legisladores muestra uno de los principales incentivos para que en la administración pública no dejen de existir actos de corrupción.
Si la sociedad no se va a enterar, y si intenta enterarse la información se dosificará con fines de encubrimiento, es tanto como dejar las arcas abiertas no para tentar al justo, sino para que los vividores de la política se sirvan a placer.
Una petición que pone a prueba a los actuales 27 diputados en dos sentidos: por un lado, ¿hasta dónde mantendrán sus omisiones encubridoras de sus antecesores?, y por el otro, ¿hasta dónde alcanzará su voluntad por transparentar su propia gestión, cuando no se aclaró suficientemente la maniobra para recuperar la disminución salarial por la vía de apoyo para asesores?
La primera variante del exceso del ejercicio del poder expuesta tiene que ver con que se puede disponer del erario para fines particulares simplemente porque se puede hacer sin que la sociedad tenga posibilidades de enterarse… y si lo intenta, se topara con el muro de la opacidad.
Dos. Aunque la revelación la hizo el diario Reforma hace 36 días, el uso de empresas fantasma para justificar gastos es todo un deporte nacional y no sólo juegos aislados de legisladores que tejen ecuaciones corruptas.
Una práctica de la que no podría privarse una administración como la que encabezó Ricardo Gallardo Juárez y sobre la que este martes el actual Ayuntamiento presentó una denuncia penal más por pagar cuatro millones 702 mil 19 pesos a la empresa fantasma 79 Integración Empresarial, S.A. de C.V.
Una variante del ejercicio abusivo del poder en el que se simulan adquisiciones con el único fin de extraer y apropiarse de recursos públicos. El Ayuntamiento ya dio un primer paso para que se sancione este caso específico.
Pero se trata de una práctica a la que no escapa prácticamente ningún ámbito de la administración pública, y que –como una agravante más– a las operaciones simuladas se les acompaña, una vez que quedan al descubierto, con un acto adicional de simulación: anunciar sanciones como lo hizo hace 36 días el gobernador Juan Manuel Carreras López por los pagos que desde su administración también se hicieron a esa misma empresa.
Se trata de un ámbito administrativo que ejerció 20 veces más lo que en su momento ejerció Gallardo Juárez. Sobre éste ya hay una denuncia y la sospecha de que no fue el único caso. Sobre la bolsa 20 veces mayor sólo está una promesa –a la prensa hay que decirle lo que quiere oír para que la gente nos crea justicieros– incumplida y es de suponer que olvidada porque sólo se hizo para atender a un efecto mediático.
Tres. “Vas a perder todo”, le dijo Gallardo Juárez al Comisariado del ejido Palma de la Cruz por atreverse a reclamarle por haber invadido y apropiarse de tierras de uso común de los ejidatarios. Hecho que quedó exhibido durante la audiencia del expediente 772/2018 en el Tribunal Unitario Agrario este miércoles.
Es la variante de la prepotencia en el ejercicio abusivo del poder. Esa que se da cuando saben que pueden porque desde la posición que ocupan, tanto en cargos públicos –como en su momento fue– como fuera de ellos con una impunidad garantizada por desconocidas razones.
Una variante que intimida a las víctimas, a quienes luego suele someterse a una violencia institucional que sólo busca inhibir cualquier reclamo de derechos.
Tres formas en las que el erario, ese dinero aportado por todos para lograr beneficios comunes, queda expuesto a ser saqueado por vividores y simuladores de la política.
Poder desviarlo porque nadie se enterará y quien pretenda enterarse se topará con la opacidad encubridora.
Poder desviarlo porque, así como es posible simular su uso adecuado, si la simulación queda al descubierto… pues se puede simular que se tomarán medidas para sancionar.
Poder desviarlo porque, si no se pueden aplicar las dos variantes anteriores, se recurre al que no quita arrebata, a sabiendas de que se tiene a favor al aparato institucional.
Este miércoles quedaron expuestas tres variantes… ¿Cuántas más habrá?