Por Victoriano Martínez
Ricardo Gallardo Cardona quiere ser Presidente de la República porque, como afirma en su libro Pigmalión en la Comunidad, es “un hombre joven que está llamado a marcar un hito en la historia política de México”.
Está muy convencido de ser una persona que consigue lo que se propone a causa de la creencia de que puede conseguirlo… a como dé lugar, y todo queda justificado.
Dar continuidad a la política de su padre en Soledad de Graciano Sánchez de repartir dádivas chantajistas que les generaran una clientela electoral justifica pisotear la dignidad de las personas más necesitadas como costo necesario que le pavimente el camino a su objetivo, porque es lo que tiene en la mira, no ayudar a las personas a salir de la pobreza. Así ya no le servirían.
Desviar recursos públicos a sus negocios, mediante triangulaciones detalladamente descritas en el amparo que lo liberó en diciembre de 2015 de la cárcel de Ocampo, Guanajuato, de donde no salió exculpado sino porque se le acusó de un delito diferente al que cometió, se justifica porque la ruta escogida para alcanzar su objetivo requiere de muchos fondos… y enriquecimiento colateral.
Violar la ley como lo hizo su padre al comenzar desde 2014 con actos anticipados de campaña su camino a la alcaldía de San Luis Potosí es una ruta que ya probaron, y que ya ha comenzado a recorrer Gallardo Cardona desde hace tiempo.
El pasado 21 de agosto, por ejemplo, circularon por redes sociales dos videos de reuniones en las que participó Gallardo Cardona: uno en el barrio de San Miguelito y el otro en las Terceras. En ambos casos, las personas que hicieron la videograbación se vieron obligadas a dejar de grabar.
“Venimos a decirles que vamos a ganar la próxima elección, porque en la pasada nos la robaron y nos robaron muy feo”, les dijo en San Miguelito.
En Las Terceras, Gallardo Cardona estuvo acompañado por Gilberto Hernández Villafuerte, alcalde ¿perredista? de Soledad de Graciano Sánchez.
“Hoy el camino es el partido verde, todos nos vamos a afiliar al partido verde”, expresó Hernández Villafuerte para después dejar el micrófono a Gallardo Cardona, quien se volvió a quejar de que les robaron la elección pasada y ganarían la siguiente. Para poder continuar su intervención, pidió a quien grababa apagar su celular.
La tarde de este sábado 31 de agosto, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Gallardo Cardona fue destapado como candidato a gobernador por el PVEM.
“Ricardo Gallardo Cardona será el candidato de su partido para la gubernatura de San Luis Potosí en las elecciones de 2021”, anunció Arturo Escobar , coordinador de los diputados federales del Verde, según reporta el comunicado de prensa emitido por la Coordinación de Comunicación Social de la Cámara de Diputados.
Las piezas están reunidas: Gallardo Cardona encabeza reuniones en las que promueve que ganarán la próxima elección, en ellas se promueve que se apoye al PVEM y que se afilien a él, y ya hay un pronunciamiento oficial, según respondió Escobar a una reportera en la rueda de prensa del sábado, en el sentido de que Gallardo Cardona será el candidato a gobernador.
Si bien en los videos no hay llamados expresos al voto, sí hay “expresiones solicitando cualquier tipo de apoyo para contender en el proceso electoral por alguna candidatura o para un partido…”, que es la segunda hipótesis de la definición de actos anticipados de campaña en la Ley Electoral del Estado, artículo 6º, fracción II.
Las piezas están reunidas. Son de conocimiento público, han aparecido en medios de comunicación y circulan por redes sociales. El Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana no parece tener ojos, ni oídos, ni nada para percatarse de las violaciones a la Ley Electoral.
¿Acaso no está para hacer valer esa ley y establecer las sanciones por las infracciones que se cometan, como dice la fracción IV del artículo primero?
Hoy el objetivo de Gallardo Cardona está en el 2021, después de pasar por una alcaldía y ahora desde la diputación federal por un partido que dejó de serle útil.
Gallardo Cardona probó seguir su proyecto por la vía independiente, anunció un nuevo movimiento nacional y hasta pidió a los morenistas no preocuparse porque aparentemente no los necesitaría, para finalmente afiliarse al PVEM… y comenzar a hablar de una alianza con Morena.
Gallardo Cardona va tras lo que cree que puede conseguir a como dé lugar: por encima de la dignidad de los electores, apropiándose de recursos sin importar su legitimidad e incurriendo en violaciones a la ley. Es la estela que va dejando a su paso hasta ahora…
“Lo hasta hoy alcanzado por este dirigente, líder empresarial y social cuando fue presidente municipal en ‘Soledad’ es apenas el comienzo de un luminoso porvenir que le espera a todas las comunidades que sin duda, lo llevarán a que abandere sus destinos como gobernador y un día como Presidente de toda la nación”, señalan en la contraportada del libro de Gallardo Cardona.
La gubernatura es una parada más en su ambiciosa carrera, un escalón del que busca servirse. Ya probó sentirse dueño y apropiarse del presupuesto de un municipio, ha probado los beneficios a los que puede acceder con el tráfico de influencias, sigue probar lo que le puede redituar la gubernatura y sentir que se acerca a su máximo objetivo.
Con una ambición (que no aspiración) tan alta, la eventual llegada de Gallardo Cardona a la gubernatura poco ofrece a los potosinos, más que ya no ser vistos como ciudadanos, ver el erario puesto al servicio de una ambición (con sus desvíos colaterales) y no tener un primer mandatario, sino un primer violador de la ley.