Benazir Valles
Durante la sesión de este lunes en el Congreso del Estado, el diputado Edgardo Hernández Contreras aprovechó la renuncia del ministro Eduardo Medina Mora, la cual fue aprobada por el Senado el pasado 8 de octubre, para destacar las irregularidades que se viven en el sistema de justicia en San Luis Potosí.
El legislador resaltó las denuncias en contra del ahora ex ministro del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación por parte la Agencia Nacional del Crimen de Reino Unido y la Agencia del Tesoro de Estados Unidos por presuntas operaciones irregulares durante su gestión.
Señaló que medir la corrupción, que es el segundo problema que más flagela a los mexicanos, es difícil porque hace falta voluntad política y honestidad, y puso de ejemplo en este sentido al presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Juan Paulo Almazán Cué, al fiscal general Federico Garza Herrera, y al contralor general Gabriel Rosillo, de quien, destacó, no se conoce trabajo real alguno.
El primero, señalado en múltiples ocasiones por parte de jueces y magistrados por abuso de autoridad, uso indebido de sus funciones, acoso laboral y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, entre otros temas.
Asimismo, indicó que un problema que va de la mano con la corrupción es la impunidad, pues sólo el dos por ciento de los delitos relacionados con esta problemática son sancionados, y calificó como un “foco rojo” la ausencia real de Estado de Derecho, que no haya buena procuración y administración de justicia, “aunado a eso jueces escasos en oralidad, y como si fuera poco, un desconocimiento social y operativo del nuevo sistema de justicia penal”.
Destacó que el Poder Judicial del Estado jamás había sido tan señalado como bajo la dirección de Almazán Cué, contra quien incluso fue promovido un juicio político por parte de una magistrada, jueces y abogados, por lo que cuestionó en manos de quién está la procuración de justicia en San Luis Potosí.
Criticó, además, las “cifras alegres” que presume el fiscal general, y advirtió que no lo ayudan los vicefiscales Raúl Flores Olguín, Aarón Edmundo Castro y Maricela Meza, quienes han sido señalados por temas “muy delicados” y Federico Garza se empeña en mantenerlos en sus puestos.
El diputado consideró que el problema de la Fiscalía y del Poder Judicial es la falta de amor a México y al trabajo, y que los altos funcionarios de estas instancias sólo se preocupan por mantener sus cargos “como perros agazapando su hueso”.
Finalmente, tras hacer énfasis en que lo único que los sostiene dentro de estos órganos de justicia, aparte de su amiguismo con el gobernador, son su orgullo y soberbia, exigió que, “si tienen poca vergüenza”, renuncien.
El presidente del STJE se ha mantenido desde hace tiempo bajo los reflectores por serias acusaciones relacionadas con abuso de poder e intransigencia, e incluso ha sido denunciado públicamente por jueces y magistrados en más de una ocasión.
Es importante mencionar que Astrolabio, de manera puntual y oportuna, se ha dado a la tarea de reportar todas las tropelías cometidas por este funcionario, como la queja que interpuso el Juez de Primera Instancia Emilio Agustín Ortiz Monroy ante la CEDH por haber sido removido arbitrariamente de su puesto, además de la solicitud de juicio político por parte de la magistrada Adriana Monter Guerrero, un grupo de jueces y abogados, por uso indebido de sus funciones, abuso de poder y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Asimismo, este medio se dio a la tarea de buscarlo desde el pasado 24 de septiembre para que pudiera ejercer su derecho de réplica o, en su defecto, exponer desde su perspectiva la problemática que se está viviendo dentro del Poder Judicial, sin embargo hasta el momento no se ha obtenido respuesta de su parte.