Por Aida López Castro
Este viernes, en la víspera del día de la conmemoración de los difuntos en México, decenas de mujeres y niñas salieron a las calles de la capital potosina para realizar la rodada “Enrriladas en memoria de víctimas de feminicidio”.
Las organizadoras convocaron a resignificar la fecha, a apropiarse de las calles y a exigir que no haya ni una asesinada más. Rodaron por distintos puntos donde han sido asesinadas mujeres, para recordar a las compañeras y preservar la memoria histórica.
A las 19:30 horas partieron de Reforma en la plaza de la Ciudades Hermanas para recorrer los sitios donde fallecieron Shantal González (2007), Karla Pontigo (2012), Samantha Jocelyn (2016), Odalys (2017) Mitzi (2019) y Karla (2019).
Víctimas de feminicidio a las que se recordaron durante la rodada. En cada punto se les mencionó a través de un altavoz; proclamaron consignas a lo largo del recorrido exigiendo justicia para ellas, las mujeres asesinadas y desaparecidas en el estado.
Caracterizadas como catrinas, las ciclistas portaron durante la rodada una cruz rosa, adornada con una flor de cempasúchil. Manifestaron su solidaridad con los deudos de las familias de las víctimas de feminicidio, con la certeza de que no olvidarán los asesinatos cometidos.
Las acompañó Esperanza Lucciotto, madre de Karla Pontigo, joven que en octubre de 2012 trabajaba como edecán en Play Club, localizado en el número 1465 de la avenida Venustiano Carranza, donde según el entonces Procurador de Justicia, Miguel Ángel García Covarrubias “chocó con un vidrio” y aseveró que ello le produjo lesiones mortales.
Las organizadoras recordaron que en México son asesinadas 10 mujeres diariamente, crímenes cometidos en su mayoría por personas cercanas a ellas: parejas sentimentales o familiares.
Señalaron además que San Luis Potosí es uno de los seis municipios del estado con la Alerta de Violencia de Género activa, “mecanismo que hasta este momento no ha demostrado resultados palpables”.
Durante la movilización exigieron que mujeres y niñas vivan una vida libre de violencia, que el Estado cumpla su función de garantizar condiciones de seguridad y que no se vuelva omiso ni cómplice de los feminicidios cometidos en territorio potosino.