Benazir Valles
El Poder Judicial en San Luis Potosí bajo la titularidad de Juan Paulo Amazán Cué ha sido señalado en reiteradas ocasiones por temas como nepotismo, tráfico de influencias, abuso de poder, acoso y corrupción, donde sobresale el caso de Eric Briones Méndez, quien fue nombrado gestor regional del Centro de Justicia Penal en el estado desde 2017, a pesar de no cumplir con el perfil para este puesto.
En este sentido, jueces inconformes con este atropello destacaron que los centros de justicia penal y las bases que de ella dependen estarán a cargo de un gestor regional, quien deberá, entre otras cosas, contar con un título profesional en Derecho o alguna disciplina afín, sin embargo Eric Briones es arquitecto y este es su segundo año como funcionario dentro del Poder Judicial.
Además, enfatizaron que “no comprobó tener al menos cinco años de experiencia profesional relacionada con la función judicial o administrativa contados a partir de la expedición de la cédula profesional, advirtiéndose la designación en un marco de ilegalidad”.
Cabe resaltar que es común encontrarse a Almazán Cué y al gestor regional corriendo en el parque Tangamanga o conviviendo en restaurantes fuera de horario laboral, lo que deja en evidencia la relación cercana que llevan y la razón por la cual, de acuerdo con los jueces inconformes, fue favorecido con este puesto dentro del Poder Judicial.
Uno de los jueces que se ha visto afectado por la persecución que Almazán Cué emprende en contra de quien “no le rinde pleitesía”, sentenció que el “único mérito (de Eric Briones) es irse a correr al parque” con el presidente del Poder Judicial, y aseguró que la persona que antecedió a Eric Briones como gestor, Luis Acosta Venzor, quien actualmente funge como visitador judicial, es capaz y cuenta con una amplia trayectoria en la materia, sin embargo fue removido para beneficiar al amigo del también presidente del Consejo de la Judicatura.
