Eduardo Delgado
Tras 22 años de servicio, en la última supervisión el personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llegó “con el espíritu de buscar hasta entre la basura”, se quejó Francisco Reyna Turrubiartes, copropietario y representante legal de la guardería “Desarrollo Infantil Potosino”, de modo que no obtuvo la calificación mínima requerida para mantener la prestación del servicio subrogado, lo que implica el despido de más de medio centenar de trabajadoras.
Hace dos semanas, trabajadoras, madres y padres de familia de niños atendidos en esa estancia infantil, localizada a espaldas del Hogar del Niño, en el número 100 de la calle Joaquín Antonio Peñalosa, en la colonia El Paseo, bloquearon el tráfico vehicular en el distribuidor Juárez en protesta por el eventual cierre de la guardería.
Mercedes Mendoza Gómez, cónyuge de Francisco Reyna y dueña del inmueble, consideró que son víctimas de un acto de injusticia, acoso y persecución de parte de funcionarios del IMSS, porque en su última inspección consignaron que en la basura no encontraron cierta cantidad de pañales para confirmar, a su vez, que emplearon el material requerido para la limpieza de los infantes.
Mostraron los más recientes documentos expedidos Protección Civil Municipal, así como de la realizada por padres de familia, acompañados por personal de Seguro Social y de otras instancias oficiales, para acreditar que la operación de la guardería es la óptima.
Por esa razón, sostuvo Mercedes Mendoza, la última revisión “fue rigorista en extremo, pues los supuestos motivos por los que nos están cerrando la guardería son por cosas que no… nosotros tenemos todos los documentos, supervisiones… todo lo indispensable”.
Francisco Reyna aseguró que durante los 22 años que llevan de prestar servicio subrogado al IMSS en guarderías “nunca hemos tenido ningún problema”.
Cada año, explicó, se hacen cuatro supervisiones. En las primeras tres de 2019 “estamos en los términos normales, pero en la última llegó gente del IMSS a marcarnos cosas exageradas: Que si el niño traía moquito no lo pueden traer porque es una falta y que porque si estaban cambiando (de pañal) al niño las trabajadoras no le vieron a los ojos ni le cantaron”.
Por el error de dedo en un documento les restaron puntuación. “Todo esto va acumulando la puntuación, al final aplican una deducción y sobre esta nos dan una calificación… que esta vez fue la más baja que hemos obtenido en 22 años”.
Como mínimo requerido para prestar el servicio subrogado deben alcanzar de 85 puntos. “Esta vez nos quedamos en 83 y cacho…”.
Por esa razón, añadió, “sentimos discriminación… fue una supervisión muy cargada, para encontrar lo negativo. con tanto tiempo que tenemos conocemos gente en el IMSS y algunas nos dijeron que la indicación que se dio fue lo menos que se pueda”.
A mediados de este mes, comentó, acudió a entregar documentos al departamento de guarderías, donde “la jefa” lo pasó a su oficina para anunciarle: “Ya no se te va a renovar el contrato”.
Lo que califica como una injusticia, “porque acabamos de hacer una inversión fuerte para mejorar la guardería en lo arquitectónico; el proyecto nos fue aprobado para empezar el siguiente año con una guardería con el mejor nivel y una cuota mejor… y nos quedamos sin guardería”.
Además, acotó, se quedan “con el penoso tránsito de despedir a nuestras muchachas, que son 57 trabajadoras”.
Precisó que el contrato con el IMSS vence este martes, sin embargo “desde mucho antes el Seguro sacó a varios niños para llevárselos a otra guardería y eso nos afecta porque el seguro paga por niño atendido”.
Dijo que ya solicitaron por escrito la notificación motivada y fundamentada acerca de la razón de la no renovación del contrato, porque hasta ahora sólo ha recibido un documento en el que lo emplazaron a entregar los expedientes de los infantes a más tardar mañana.
Francisco Reyna recordó que empleadas, madres y padres de familia han manifestado su oposición al cierre, “porque tienen opiniones muy favorables al trabajo que hemos desarrollado”.
Incluso, abundó, tutoras y tutores fueron citados al Seguro Social para decirles que la guardería ya no iba a funcionar.
“Les argumentaron que nuestra guardería no cumple con las medidas de seguridad y ellas se contrapuntearon. Les enseñaron fotos de guardería y las mamas les dijeron que eran de cuando se estaba construyendo”.
“Nosotros tenemos la obligación de tener el visto bueno de Protección Civil Municipal, de Bomberos, y lo tenemos. Inclusive desde enero, cuando el edificio aún no se modificaba y nos lo refrendaron el mes pasado con las modificaciones”.
Destacó que disponen de más de 30 detectores de humo y calor en todo el edificio y de cristales polarizados con seis milímetros de grosor.
En el caso de una cédula que nos aplica el Seguro, nos restaron un punto “porque una señorita se equivocó en una fecha”.
Expuso que el día que madres y padres de familia fueron citados en oficinas del Seguro Social acudieron con una persona del Municipio, al parecer el encargado de vigilar el respeto a los derechos de los niños, quien luego de visitar la guardería y de platicar con los pequeños advirtió que cuando a un menor “se le saca abruptamente del lugar que este considera como extensión de su casa… porque ya tiene amigos y se familiarizó… se le lastiman sus derechos”.