Por Victoriano Martínez
Sesionaron. Algunos muy a regañadientes, pero ahí estuvieron.
Tan extraordinaria resultó su asistencia a una sesión ordinaria, que antes de aprobar la orden del día votaron primero una moción que le dio el carácter de notificación oficial a un mensaje por Whatsapp con un archivo adjunto.
“La iniciativa se las compartí en su Whatsapp”, dijo el diputado Martín Juárez Córdova, presidente de la Directiva, sobre su propuesta para realizar sesiones del pleno y de comisiones de manera virtual, desde sus casas.
Por unanimidad, los 23 asistentes a la sesión dieron por válida la peculiar notificación.
Llegado el momento, la iniciativa por Whats se sometió a debate, y afloraron posturas que –al margen de lo pronunciado en la tribuna– exhibieron actitudes sobre lo que para ellos es “debatir para decidir”.
Los diputados Cándido Ochoa Rojas y Rubén Guajardo Barrera aceptaron la iniciativa pero solicitaron un receso para debatir en privado para aparentar decidir en público.
El diputado José Antonio Zapata Meraz estableció que la iniciativa aportaba el qué, por lo que se tenía que debatir en privado el cómo.
“La premura no nos puede llevar a actuar con laxitud”, advirtió de pronto Juárez Córdova, quien horas antes se permitió, de la manera más laxa, enviar por Whatsapp la iniciativa que se analizaba votar inmediatamente o enviar a comisiones.
La diputada Sonia Mendoza Díaz propuso una nueva modalidad de dictamen: aprobar la iniciativa de manera provisional.
Cuando parecía que la creatividad legislativa –seguramente incubada por el encierro de los últimos 18 días– iba en aumento, se abrió paso a otro tipo de intervenciones: ¡cómo es que osaron sacarnos de nuestro escudo anti Copvid-19!
El primero en protestar fue el diputado Edgardo Hernández Contreras, lo siguió el diputado Oscar Vera Fabregat y remató el diputado Eugenio Govea Arcos. Muy propio de ellos, los dos últimos acuñaron las siguientes frases entre sinceras, cínicas o irónicas:
En las computadoras no hay seriedad… aquí damos la cara (¿eso garantiza seriedad?).
No hemos hecho nada trascendente (dijo Vera Fabregat y anunció 54 iniciativas).
Somos un fiasco.
No existimos ni para el gobernador ni para nadie, mucho menos para los potosinos porque no estamos de su lado.
La diputada Isabel González Tovar leyó el acuerdo federal que suspendió las actividades no esenciales y les hizo ver las esenciales que no deben suspenderse:
“Las que involucran la seguridad pública y la protección ciudadana, además de en la defensa de la integridad y soberanías nacionales. La procuración e impartición de justicia, así como la actividad legislativa tanto del nivel federal como del nivel estatal”, lo leyó para remarcar que no tenían por qué suspender actividades.
Aun así, Vera Fabregat insistió en que, por sesionar, incurrían en una violación al acuerdo federal. “Los actos contra las leyes prohibitivas son nulos de pleno derecho”, advirtió. Para él, todo lo aprobado en la sesión de este lunes carece de validez.
Juárez Córdova finalmente solicitó que su iniciativa por Whats se turnara a comisiones, con la recomendación de que se dictamine a la brevedad. No hubo necesidad de votación y su iniciativa por Whats fue turnada a las comisiones de Gobernación y de Puntos Constitucionales.
Una extraordinaria sesión ordinaria que sólo fue un capítulo más del surrealismo legislativo de los actuales 27 diputados.
Por cierto, ¿alguno de ellos será capaz de recitar de memoria el artículo 75 de la Ley del Sistema de Protección Civil del Estado de San Luis Potosí?