La justicia popular en las comunidades indias tiende a ser más rápida que la ordinaria. En ocasiones también más sanguinarias, aunque esta vez crimen y castigo compiten en atrocidad. Una turba iracunda ha ajusticiado mediante golpes y hasta la muerte a un hombre tras acusarle de haber decapitado a un niño de cinco años en el noreste del país.
Según la policía, el presunto autor de la decapitación es Nanu Mirdha, quien supuestamente rebanó la cabeza del menor este jueves en Tarajuli, en una región donde son extensas las plantaciones de té, en el distrito de Sonitpur, estado de Assam.
Cuando se corrió la voz del brutal asesinato, los vecinos decidieron actuar por su cuenta, buscaron y encontraron al supuesto culpable y le sometieron a un linchamiento masivo que acabó con su vida.
La policía investiga ambos sucesos y trata de identificar a los implicados en el ajusticiamiento público, si bien no ha realizado arrestos por el momento. Las autoridades sostienen que el asesinato del niño se debe a una disputa entre el criminal y el padre del pequeño, ambos trabajadores en los campos de té.
De acuerdo a las primeras investigaciones, “Nanu había discutido con su vecino y un tiempo después retuvo al niño y lo arrastró a su casa cercana. Minutos después, cogió un machete y cortó la cabeza del chico“, dijo la superintendente de policía del distrito, Sanjukta Parasor, al diario ‘The Indian Express’.
Los vecinos, en cambio, apuntan a que fue un sacrificio religioso, ya que dicen que Mirdha practicaba la magia negra en honor a la diosa Kali, la oscura deidad hindú amante de la muerte y la destrucción. La policía, que señala que el linchado era un ex alcohólico “que había comenzado a centrarse en actividades espirituales”, descarta por el momento la opción del ritual.
Uno de los líderes del Partido del Congreso en Assam, Bhimananda Tanti, que dio por buena la versión de los vecinos, señaló que este tipo de actos atroces son resultado de las supersticiones dentro de las sociedades tribales y urgió al gobierno estatal a que iniciasecampañas de sensibilización para acabar con estas tradiciones, según recoge la agencia local IANS.
Las disputas por deudas
Las disputas por cuestión de deudas han causado más de un linchamiento en el este de India. El pasado noviembre, en Bengala Occidental, los trabajadores de una plantación de té asesinaron a golpes y con armas afiladas al dueño del cultivo por el impago de salarios, un suceso similar al que se vivió el año pasado en Assam cuando los agricultores acabaron con la vida de su jefe y su esposa de una paliza.
En todo caso, la ejecución pública de esta semana a manos de una muchedumbre enfurecida se asemeja más la que protagonizaron en marzo los habitantes de Dimapur, en el vecino estado de Nagaland, cuando decidieron tomarse la justicia por su mano y linchar en masa al supuesto violador de una joven de la localidad.
En esa ocasión, decenas de personas irrumpieron en la cárcel local, sacaron al acusado y le arrastraron siete kilómetros entre golpes y pedradas mientras lo grababan todo en vídeo con teléfonos móviles.
El Mundo