Carlos Rubio
El pasado domingo 19 de julio, Blanca Estela Parra Barbosa, a través de su perfil de Facebook, denunció haber sido agredida físicamente por su hermano Francisco Parra Barbosa, quien labora en el Departamento de Capacitación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y en el área de Fortalecimiento Humano de la UASLP, de la cual, ya fue suspendido, según informó la titular de la Defensoría de Derechos Universitarios, Urenda Navarro Sánchez.
Navarro Sánchez comentó que el pasado lunes, la UASLP recibió una denuncia formal en contra de Francisco Parra Barbosa, la cual fue llevada a cabo por el esposo de la víctima quien fue asistido por el área de quejas de la CEDH, no obstante, la denuncia aún tiene que ser ratificada por la víctima para continuar con el proceso.
“Tengo entendido que la víctima está hospitalizada, estamos a la espera de que ella pueda estar en condiciones optimas y en cuanto tengamos la ratificación de la denuncia presentada por su pareja, nosotros podremos proceder”.
Resultado de la denuncia presentada por el esposo de la víctima, la Defensoría de Derechos Universitarios emitió de manera inmediata una medida cautelar que consiste en la suspensión del presunto agresor de cualquier actividad académica y/o administrativa al interior de la UASLP, hasta que se investigue a fondo el caso.
Blanca Estela, quien es catedratica de la Facultad de Derecho, acusó a Francisco de agredirla con alevosía, ventaja y traición, “llego por detrás de mi y tirándome del cabello me tiro al piso, me arrastró así por todas las escaleras hasta la blanca baja”, narra la víctima en su cuenta personal de Facebook, donde además agregó fotografías en las que se le aprecia tirada en el piso sobre una banqueta siendo asistida por paramédicos de la Cruz Roja y dos más donde se observa recostada sobre una cama de hospital con un collarín puesto.
En su denuncia, la víctima describe estar internada con traumatismo cráneo encefálico, esguince cervical de segundo grado, lesión en el coxis, escoriaciones y severos hematomas en la espalda y glúteos.
“Y todo, porque querían que me fuera de casa de mis padres, lugar al que había ido a vivir después de haberme separado de mi esposo, y como no contaba con dinero en ese momento le pedí a mi madre me pagara una cantidad considerable que le había prestado, producto de un crédito de nómina, y que fue lo que desató los demonios de estas personas”, narra Blanca Estela en su publicación.
Desde que se dio a conocer el caso, diferentes colectivos feministas se han pronunciado al respecto, rechazando el actuar del presunto agresor. A través de la página change.org se realizó una petición para exigir justicia para Blanca, además de la suspensión provisional de Francisco Parra de los cargos que ocupa tanto en la UASLP como en la CEDH. La petición está dirigida a múltiples funcionarios públicos entre los que se encuentran: Juan Manuel Carreras López, gobernador del Estado, Jorge Andrés López Espinosa, presidente de la CEDH y Alejandro Zermeño Guerra, rector de la UASLP, entre otros.
Urenda Navarro aclaró que el resultado del proceso puede derivar en una inhabilitación o destitución de los cargos en los que se desempeña Francisco Parra, además de que, en caso de que existiera responsabilidad penal y por ende, una sentencia condenatoria, esta tendría efectos en el ámbito laboral ya que sería razón suficiente para resindir cualquier tipo de relación laboral entre la Universidad y el implicado.
Por último, Navarro Sánchez enfatizó el mensaje de “cero tolerancia a la violencia” enviado por el rector, Alejandro Zermeño, desde que tomó posesión del cargo. “Él ha girado instrucciones de que la defensoría actuara de forma dirigente, garantizando y preservando los derechos de la comunidad universitaria para evitar actos de repetición”.
