Las conductas adictivas son uno de los mayores problemas para la salud de la humanidad, y el consumo constante de tabaco y alcohol causa un daño mucho más grande que las drogas ilegales, pues actualmente su abuso se extiende a más de mil 200 millones de personas alrededor del mundo.
Impulsada por la falta de cifras disponibles suficientemente claras para estimar el daño causado por estas sustancias, la profesora de farmacología y experta en adicciones de la Universidad de Adelaide, en Australia, Linda Gowing, realizó un estudio que compiló datos globales, nacionales y regionales, dados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) y otras instituciones de investigación sobre adicción.
“El uso de tabaco y alcohol son por mucho de los comportamientos adictivos de mayor prevalencia y causan la mayor parte del daño. Sin embargo, la calidad de los datos sobre la prevalencia y los daños relacionados con la adicción son generalmente bajos, y la comparación entre países y regiones debe verse con precaución. Hay una necesidad urgente de revisar la calidad de los datos en los que se hacen estimaciones mundiales y coordinar los esfuerzos para llegar a un enfoque más coherente”, se puede leer en el estudio publicado en la revista Addiction.
En su conteo, Gowin y su equipo encontraron que en la actualidad hay aproximadamente mil millones de personas que fuman y 240 millones que abusan del alcohol.
Así, un 4.9 por ciento de la población adulta del mundo sufre de algún trastorno relacionado con el alcohol, del cual un 1.5 por ciento son mujeres. Por el otro lado, el 22.5 por ciento de los adultos consume productos con tabaco, en su mayoría hombres (32 por ciento).
La investigación estima que un 11 por ciento de las muertes en hombres, y el 6 por ciento en mujeres están relacionadas con la adicción al tabaco.
En cuando a “drogas psicoactivas no autorizadas”, la cannabis o mariguana fue la de uso más frecuente a nivel mundial con 3.5 por ciento de la población; unos 15 millones más usan drogas inyectables. En el estudio se trató de medir los perjuicios por adicción al juego y las apuestas pero no fue posible hacer un estimado global, aunque en los países donde se ha evaluado, se encontró una prevalencia estimada de 1.5 por ciento.
El estudio sugiere que el impacto negativo por consumo de alcohol y tabaco es mayor que el de las drogas ilegales, como la mariguana y la heroína. Incluso, las afectaciones por discapacidad son el tripe en el caso del alcohol en comparación con el resto.
“Lo que más sorprende ver es hasta qué punto las drogas legales provocan más daños en la sociedad que las ilegales”, dijo Robert West, coautor del estudio y editor en jefe de la revista Addiction, en un comunicado de prensa recuperado por HealthDay.
En cuanto a consumo de alcohol, las regiones en donde más se acostumbra es en Europa Oriental (con un estimado de 14 litros por persona al año) y Europa del Norte, mientas que Asia Central, Sur y Occidental, son en donde menos se bebe, con un promedio de 1.89 litros anuales.
Asimismo, fumar tabaco es más habitual también en el oriente y occidente de Europa y en Oceanía. Y las drogas por vía intravenosa se usan más en Norte y Centro América, así como en la región del Caribe.
En otra investigación reciente, publicada en febrero de este año en Scientific Reports de la revista Nature, se encontró que la mariguana no sólo es más segura de lo que se creía antes, comparada con otras drogas recreativas, también es 114 veces menos mortal que el alcohol, según los hallazgos de científicos de la Universidad de Toronto, en Canadá.
Tales conclusiones provienen de un análisis del riesgo de mortalidad de siete distintas drogas, incluidos el tabaco y el alcohol, basado en el margen de exposición, es decir la relación entre el umbral toxicológico (dosis letal) y la ingesta estimada en humanos.
Así, el alcohol quedó como la sustancia más letal, seguido de la heroína, cocaína, tabaco, éxtasis, metanfetaminas y al final, la mariguana. Aunque otros trabajos señalaban ya a el cannabis como la droga recreativa más segura, no se conocía que existiera una brecha tan grande, al grado que es la única marcada con un “riesgo de muerte bajo”, mientras todas las demás están en un nivel medio y alto.
Sinembargo
