Lógica borrosa

Frater Ignatius

La lógica clásica e incluso la lógica moderna están referidas a proposiciones que son verdaderas o falsas. La lógica borrosa o difusa ofrece una gama continua de valores verdaderos y fue creada por el matemático y científico informático Lofti Zadeh en 1965, quien de joven vivió en Irán y se fue a los Estados Unidos en 1944. La lógica difusa tiene una serie de aplicaciones prácticas que veremos en un momento. Antes de ello debemos decir que esta lógica trabaja con conceptos en contexto y siempre referidos. El ejemplo típico es el de la estatura y una medida determinada en metros, por ejemplo. Los cuantificadores también entran en acción para poder conectar distintos conceptos que no son de sí o no. Es la llamada teoría de conjuntos difusos, la cual se concentra en elementos de un conjunto que presenta distintos grados de pertenencia. El caso de una lavadora es emblemático. Se puede graduar la temperatura con los pasos Caliente, tibio y frío, simulando el pensar humano. La lógica borrosa se adapta mejor al mundo real que la lógica de verdadero o falso. Es posible que funcione con nuestras expresiones como pueden ser: “Tiene acelerado el pulso”, “su temperatura es bastante elevada o “hace demasiado calor”. La clave se encuentra en la comprensión de los famosos cuantificadores que también se usan en la lógica clásica pero en este caso son de orden abierto: “Mucho”, “muy” y “un poco. Aquí entra también el concepto de inferencia para que el mecanismo pueda funcionar.

La lógica borrosa se utiliza para controlar una máquina de vapor, un horno de cemento, procesos de purificación de agua, sistemas de trenes, acererías, cámaras de enfoque automático, lavadoras, procesos de fermentación, controles de motores de automóviles, el sistema de freno antibloqueo, el sistema de revelado de películas en color, el tratamiento del cristal, programas informáticos utilizados en el sistema financiero, sistemas utilizados para el reconocimiento de diferencias sutiles en idiomas hablados y escritos, mejora de combustibles de motores, en la mayoría de los sistemas de control que no dependen de un Sí/No.

En el caso de la inteligencia artificial, también se aplica la lógica difusa para hacer más flexibles todo tipo de decisiones que no sean un blanco o un negro. Al utilizar nuestros teléfonos celulares e ingresar a google, podemos constatar el uso tan extendido de esta lógica que permite extender los campos tanto del entendimiento como de la operatividad en un mundo real. El uso de los traductores de google, los programas que utilizan todo tipo de lenguaje, las aplicaciones que nos cambian los rostros, los algoritmos que permiten determinar ciertos gustos y ofrecer una variedad de productos, son respaldados por esta poderosa lógica creada por un iraní hace más de medio siglo.

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