Antonio González Vázquez
“Alito” vino a San Luis Potosí el jueves y como vidente que lee las cartas o el que ve en su esfera de cristal lo que sucederá en el futuro, vaticinó “carro completo” para el PRIAN en las elecciones locales de 2021.
Los políticos a menudo hablan en demasía y, las más de las veces, no es el exceso de palabrería lo que concita animadversión y rechazo, sino el contenido, por lo general, tejido en una narrativa ajena a la realidad.
Confunden la opinión del público con la opinión personal, de modo que se llegan a creer que sus anhelos son los mismos de la gente.
El vidente del PRIAN, con sobrada arrogancia, predijo ya los resultados de las elecciones en San Luis Potosí, al aventurar el regreso del “carro completo” que desde hace décadas, por decisión popular, desapareció por ser resultado del control absoluto que el PRI ejercía desde el poder público.
Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, es un político campechano que “campechanamente”, en su visita del pasado jueves a la capital potosina, habló de “aplastar” en las elecciones del seis de junio.
Vaya a saberse la clase de sortilegios utilizados por el adivino “tricolorblanquiazul” para aventurar lo que sucederá dentro de seis meses, pero de entrada, su vaticinio representa una falta de respeto a los potosinos, que en plena libertad estarán en su derecho de votar por la opción política que mejor les parezca.
“Alito”, un priísta cercano al grupo de Enrique Peña Nieto y de Miguel Ángel Osorio Chong, supone que los potosinos, que aún no tienen ante sí a los candidatos a gobernador, alcaldes y diputados, saldrán en oleadas humanas y con credencial en mano a votar en favor de “Sí por San Luis”.
No hay manera de tomar en serio a quien da por hecho algo que le corresponde decidir a la gente.
Alejandro Moreno y Marko Cortés, quienes encabezan el PRIAN podrán imponer candidatos en 170 o 180 de los 300 distritos federales electorales y podrán decidir, ellos dos, quién será el candidato a la gubernatura por esa coalición, pero no pueden decidir el sentido del voto de los electores.
No se trata de una simple declaración aventurada o descabellada, sino de una actitud profundamente antidemocrática: un dirigente de partido no puede decir que van a una elección a perder, pero tampoco que van a ganar todo, que van a resucitar el oprobioso “carro completo”.
Hace seis años, durante el desarrollo la elección para gobernador de San Luis Potosí, el líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, dijo que “expresiones como el carro completo son de la prehistoria política”.
Pues bien, da el caso que el nuevo PRI es en realidad el de la prehistoria, que recurría a todas las prácticas antidemocráticas posibles para permanecer en el poder. En ese sentido, la coalición “Sí por México” y “Sí por San Luis”, está basada en ese mismo principio: recuperar el poder público a rajatabla.
En la época del “carro completo”, la fórmula del PRI ante escenarios adversos era el fraude electoral, ahora es la alianza con quienes antes eran víctimas de sus fraudes.
De hecho, la visita de “Alito” fue con el mismo protocolo de cuando el PRI era todopoderoso: se programaron las consabidas reuniones con líderes y directivos, luego con sectores del “partidazo”, con los aspirantes a la gubernatura, con directivos de medios de comunicación afines al PRI, con empresarios (que pueden ser cercanos al PRI y al PAN porque Business ares Business) y por supuesto con el gobernador.
Llegó pletórico, con ese mensaje de que van por todo, que van a ganar todo y como a falta de presidente de la república, los priístas solo lo tienen a él, pues lo adularon como al gran Tlatoani.
Todo, todo, todo tan bonito, como en los viejos tiempos.
Pero en distintos momentos, algo de lo que le fue planteado le dejó a “Alito” cierta zozobra que amenaza poner en riesgo su mundo perfecto y que tiene como destino el carro completo: más de una vez le dijeron que el candidato a gobernador de la Coalición, bajo ninguna circunstancia podrá ser navista.
En el PRI no quieren a Xavier Nava Palacios, fue el mensaje. Está de más repasar los episodios de enfrentamiento del priísmo potosino con los navistas, pero el hecho es que al PRI le trae amargos recuerdos.
Y otra cosa más, ésta, solamente curiosa: cuando le preguntaron cómo le harían para ganar, toda vez que de momento las encuestas dicen que Morena lleva la delantera, “Alito” parafraseó, paradójicamente a quien para el PRIAN es el enemigo número uno de México: el presidente Manuel López Obrador y dijo, bueno, “yo tengo otros datos”.
Sucede que cuando López Obrador es cuestionado en las “mañaneras”, de por ejemplo, la inseguridad y de los ejecutados, responde tener “otros datos”, lo cual motiva una andanada de críticas, burlas y hasta insultos de la oposición.
Ahora resulta que el presidente del PRI, también tiene “otros datos” y reforzó, también “tengo mis propios números”, pero él no se gana la repulsa por utilizar ese argumento tan subjetivo sino que por el contrario, se le aplaude.
Esos números, según “Alito”, tienen como destino el “carro completo” para el PRIAN en San Luis Potosí.
Vaya, tan campechana fanfarronería.
¿En serio, ve una Coalición “muy potente”?
Cada quien vive en su mundo y está visto que “Alito” no ve más allá de esa burbuja que comparte con Marko Cortés.