Redacción
La temporada de intercambio de favores, compra-venta de votos y arreglos de asuntos político-personales, esa a la que eufemísticamente llaman “cabildeos”, está a punto de comenzar en el Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno.
Para abaratar los costos electorales, la administración estatal aprovechará que en las próximas semanas se deben llevar a cabo las elecciones de la nueva presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y de los magistrados numerarios y supernumerarios del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, para presentar la nueva terna de candidatos para la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción.
Aunque a la administración estatal le ha resultado muy cómodo mantener acéfala a la llamada Fiscalía Anticorrupción, quien realmente ha disfrutado la tranquilidad de no contar con un fiscal anticorrupción es, precisamente, el fiscal general, Federico Garza Herrera, pues no es lo mismo lidiar con un fiscal electo por el Congreso del Estado que con un encargado de emergencia como lo es Juan Alberto Camarillo Zavala, quien se ha hecho cargo de los asuntos desde la renuncia de Jorge Alejandro Vera Noyola.
De por sí la elección de un fiscal anticorrupción no es tema sencillo, la existencia de denuncias, presentadas desde hace años en contra de los Gallardo es motivo suficiente para poner en alerta a un pequeño, pero significativo, grupo de diputados emplumados a los que deben tener tranquilizar de alguna forma si quieren que sus votos sumen.
Para el Gobierno del Estado la elección del fiscal anticorrupción es clave si quieren conservar el sueño a partir de octubre. Por eso, en agosto del año pasado se intentó colocar a uno de los personajes más cercanos al grupo del gobernador y del secretario en el cargo, pero no alcanzó el número necesario de votos.
Y, a pesar de que la constitución prevé que, si el Congreso del Estado vuelve a rechazar la terna, será el gobernador quien elija directamente al fiscal anticorrupción, presentar una terna que provoque éste escenario desajustaría los arreglos en las demás votaciones y un desgaste adicional a la figura de Carreras, quien sigue prefiriendo evitarse problemas.