Redacción
Lo que a la precandidata a la gubernatura del estado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Francisca Reséndiz Lara, le tomó un par de minutos, a las precandidatas Paloma Rachel Aguilar Correa y Luz María Lastras Martínez les tomó tres días.
Cuando el martes pasado las cinco precandidatas mejor posicionadas, según las encuestas realizadas por Morena, fueron citadas a una reunión con el dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, para anunciarles que la ex titular de los Servicios de Salud, Mónica Liliana Rangel sería la candidata de ese partido, Francisca Reséndiz Lara fue la primera -y la única- que abandonó la reunión y denunció públicamente el intento de “imposición”.
Las demás: Paloma Rachel Aguilar Correa, Luz María Lastras Martínez y Consuelo Jonguitud Munguía permanecieron junto a Mónica Liliana Rangel y los funcionarios de Morena que acompañaban a Mario Delgado hasta que concluyó la reunión ya entrada la noche.
Después, Luz María Lastras compartió un breve mensaje en el que dijo que las precandidatas continuarían en el proceso interno de selección para ser evaluadas en una siguiente fase. “Tengo confianza que la siguiente fase será aún más rigurosa ya que se valorará: el pensamiento ideológico, relación al proyecto de nación de la 4T, trayectoria, experiencia y vocación de servicio público de cada una de nosotras. La candidata a gobernadora de San Luis Potosí debe ser una firme representante del proyecto de la Cuarta Transformación, compaginar firmemente con sus ideales y estar convencida de servir al pueblo de San Luis Potosí y no a otros intereses.“, escribió.
En un primer mensaje, Paloma Rachel Aguilar fue más breve: “Atentas y atentos a la comunicación oficial del partido, esperando que la decisión tomada en esta etapa del proceso sea la mejor para San Luis Potosí”, fue todo lo que publicó.
Al día siguiente, el 3 de febrero, por la tarde compartió un comunicado publicado en la página oficial de Mario Delgado Carrillo en el que se explica lo ocurrido durante la reunión de precandidatas y que, entre otras cosas, dice: “[…] el dirigente subrayó que en Morena ninguna decisión se toma de manera vertical o unilateral, sino que, por el contrario, instancias como las comisiones nacionales de Elecciones y de Encuestas garantizan el rigor metodológico, la pluralidad de voces y la horizontalidad.”
Salvo Francisca Reséndiz Lara, las precandidatas aparentemente habían quedado conformes con lo hablado y estaban de acuerdo con continuar dentro del proceso de selección interno y competir por la candidatura junto a Mónica Liliana Rangel. En cambio, simpatizantes y militantes de Morena comenzaron a manifestar su rechazo a la “imposición” en redes sociales.
¡Hasta la ex precandidata, Marcelina Oviedo salió a criticar el “centralismo” y las “imposiciones” de Mario Delgado!, pero no así Paloma y Luz María.
Todavía ayer al mediodía un grupo de militantes y simpatizantes tomaron las instalaciones del Comité Ejecutivo Estatal de Morena como una muestra más de desacuerdo con la posibilidad de que Mónica Liliana Rangel pueda convertirse en su candidata. Una protesta a la que no acudió ninguna precandidata, ni siquiera para solidarizarse con las bases morenistas que mantienen tomadas las oficinas y que ahí durmieron.
Desde un lugar más tranquilo, Paloma Rachel Aguilar y Luz María Lastras dieron a conocer un documento que firmaron para formar un “frente común contra la imposición” de Mónica Liliana Rangel. Un frente común que llegó varios días tarde y alejado de las bases, por más que éstas apoyen incondicionalmente a sus precandidatas.
Una parte de los detalles que se reservaron a lo largo de tres días, fueron revelados en el documento, en el que aseguraron que Mónica Liliana Rangel “demostró su desconocimiento y falta de identidad” con la llamada cuarta transformación al responder preguntas realizadas por los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones.
Además, sostuvieron que la ex titular de los Servicios de Salud no pudo “esclarecer los señalamientos que pesan sobre su actuar como funcionara pública al frente de los Servicios de Salud, consistentes en su desempeño ante la pandemia y los presuntos hechos atribuibles a su persona por corrupción”.
Si la falta de “identidad” y respuesta a los señalamientos fue tan evidente durante el encuentro que sostuvieron el martes pasado, ¿por qué no se pronunciaron antes?
Si las diversas acusaciones sobre su gestión son de conocimiento público, ¿por qué no alzaron la voz en contra de su registro? Tal parece que la movilización de las bases las obligó a actuar.
Por lo pronto, el golpe de las protestas sacudió a la dirigencia nacional de Morena. La noche de éste viernes la Comisión Nacional de Elecciones circuló un comunicado para informar que por pospondrán, por cuarta vez, la selección de la candidata a la gubernatura por lo que ahora el nombre de la elegida se conocerá hasta el 16 de febrero.
¿Será tiempo suficiente para lograr los amarres y desamarres que dejen a todos contentos?