Por Victoriano Martínez
Si algo puede considerarse aún más preocupante en las campañas electorales iniciadas hace diez días es una cosa que nada tiene que ver con que las actividades de las candidatas y los candidatos resulten atractivas o notorias: para el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC), igual que para ellas y ellos, el ciudadano sólo importa como voto y no como ciudadano.
El CEEPAC, igual que el INE, mantiene una campaña de promoción del voto en la que ya no sólo convoca a la ciudadanía a participar y acudir a las urnas el 6 de junio, sino que además le pide que al acudir atienda las medidas de un Decálogo del Voto Responsable, por la contingencia sanitaria, cuando lo que urge es un Decálogo de las Campañas Responsables.
Pide el CEEPAC que el ciudadano vote de manera informada y razonada, pero no hace el más mínimo esfuerzo por facilitarle el acceso a la información para que así lo pueda hacer. Ni siquiera cuida que los candidatos atenten contra el derecho a la salud de toda la población, como lo prevé el artículo 350 de la Ley Electoral:
“Las reuniones públicas realizadas por los partidos políticos y los candidatos registrados, se regirán por lo dispuesto en el artículo 9o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y no tendrán más límite que el respeto a los derechos de terceros…”. ¿Acaso no atender las medidas sanitarias no representa no respetar el derecho a la salud “de terceros”?
Pero el CEEPAC no sólo no hace valer ese derecho de la población en general, sino que tampoco vela por el respeto al derecho a la información de la ciudadanía para que pueda contar con el principal insumo para un voto razonado al no promover que se conozcan las plataformas electorales de los partidos políticos.
A pesar de haberlas recibido desde el 15 de enero, el CEEPAC publicó las 12 plataformas electorales hasta el pasado 20 de febrero, pero de manera casi clandestina, sin ningún aviso de que estarán disponibles en su sitio Web, y ni un solo comunicado de prensa para dar a conocer un hecho que se da por primera vez en un proceso electoral: nunca las había publicado.
Las plataformas electorales se encuentran en el micrositio del CEEPAC dedicado al “Proceso Electoral 2020-2021”, escondidas como parte del apartado “Información General” y la mayoría en formatos PDF en imagen. Astrolabio Diario Digital las publicó en formatos PDF con reconocimiento de texto para facilitar búsquedas y que se pueda reusar la información.
El CEEPAC no sólo publicó las plataformas electorales con actitud de “ojalá nadie las consulte”, sino que exhibe que no las aprovecha para reforzar su campaña en favor de un voto razonado, en la que bien podría incluir información que las contraste y facilite al ciudadano ese razonamiento que le pide.
Peor aún: no hace valer la Ley Electoral para que los partidos políticos y sus candidatos publiquen, difundan y propicien la exposición, desarrollo y discusión ante el electorado de esas plataformas a las que, en diez días de campaña, ni siquiera las han mencionado. Los artículos 135 y 347 de la Ley Electoral los obligan, partidos y candidatos los incumplen, y el CEEPAC como si no existiera.
Resulta preocupante que un organismo tan oneroso como el CEEPAC, creado para garantizar los valores democráticos y los derechos que estos implican, resulte incapaz de hacer respetar el derecho a la salud de la población y el derecho a la información de la ciudadanía por parte de partidos y candidatos.
Lo peor… ¡que el propio CEEPAC regatee el derecho a la información cuando es el principal insumo para tomar decisiones!