Carlos Rubio
El regreso a clases por parte de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) “no se hace por dedazo, se requiere un análisis profundo sobre las condiciones epidemiológicas externas”, comentó el secretario de Salud, Miguel Angel Lutzow Steiner, ante el anuncio de la institución del regreso de los estudiantes a las aulas para las materias teórico-prácticas.
El pasado domingo 14 de marzo, la UASLP envió un comunicado a los docentes y administrativos para anunciarles que, ante el cambio a color amarillo del semáforo epidemiológico, deben presentarse a laborar en horario completo. Además, suscribe que se daría el inicio de la incorporación de los alumnos para las materias teórico-prácticas en un 40 a 50 por ciento.
La medida del regreso a clases parece sorpresiva ya que, el mismo rector, Alejandro Zermeño Guerra, había reiterado en varias ocasiones que no sucedería hasta que San Luis Potosí llegara a semáforo verde, no obstante, con el mínimo cambio a amarillo, la Universidad ya plantea un regreso escalonado a las aulas.
Al cuestionarle a Lutzow Steiner sobre si este regreso a clases está avalado por los Servicios de Salud, dejó en claro que la UASLP tiene protocolos establecidos derivados de su participación permanente en el Comité Estatal de Seguridad en Salud, no obstante aseguró que es una “gran” decisión el regreso a clases, la cual no se puede tomar de manera aislada ni por “dedazo” y se requiere tomar en cuenta “la experiencia que ha habido en otros países”.
En el mismo comunicado, la UASLP informa que las clases teóricas continuarán siendo en línea, no obstante, también dice que “se realizarán desde las instalaciones universitarias”, lo cual, conmina a los profesores a asistir a las aulas, pese a seguir impartiendo clases virtuales. Se añade que, las actividades de investigación, tutoría, gestión y administrativas, deberán realizarse en las instalaciones de cada entidad académica.
La Universidad únicamente exime de asistir a las instalaciones a aquellas personas con dos factores de alto riesgo o más, que sean susceptibles a complicaciones por COVID-19, por ende, la edad avanzada ya no será condición suficiente para no asistir, además se debe contar con otro factor de riesgo. Se agrega a mujeres embarazadas en el tercer trimestre del embarazo y personas con cáncer que reciban tratamiento inmunosupresor.
Pese a que la UASLP cuenta con protocolos avalados por los Servicios de Salud y la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios para el regreso a clases, la experiencia en otros países podría ser razón suficiente para evitar tomar esta decisión y conminar a sus estudiantes a quedarse en casa y evitar la movilidad de estos, sobre todo con el uso del transporte público.
Entre los planteamientos que se tienen en México, es el posible retorno a clases luego de las vacaciones de Semana Santa, situación similar a lo que sucedió con los países europeos a finales del 2020, cuando plantearon un regreso a clases después de Navidad, la cual fue frenada en muchos países debido al incremento de contagios derivado de las reuniones por las festividades.
De inicio, el regreso a clases en países de Europa como Italia y Francia, se planteó para comenzar desde los niveles más bajos (primaria, secundaria) hasta los de estudios superiores universitarios. Esta decisión recaía en que los menores de edad tenían menos susceptibilidad a propagar el virus y de hacerlo, la carga viral era mucho menor que si lo hacía un adulto, por lo que el riesgo era menor.
También sucedió en Bélgica, donde los universitarios debieron esperar durante más tiempo que los infantes y continuaron con las clases virtuales.
En septiembre de 2020, varios países trataron de reabrir para comenzar un nuevo ciclo escolar con clases presenciales en medio de la pandemia. Tras cuatro días de clases, Francia decidió cerrar al menos 22 escuelas y la consigna era clara: más de tres contagios en una misma institución derivaban en el cierre de la misma. A tres semanas de la reapertura sumaron mil 153 profesores contagiados.
Cuando España comenzó su regreso a clases se estimó que en una semana un total de mil 852 salones de clase debieron colocarse en cuarentena debido a que se detectaron brotes de Covid. Mientras tanto en Italia, dos semanas después de que reabrieron las escuelas, 75 fueron cerradas nuevamente y 417 más habían detectado brotes.
