Antonio González Vázquez
A 33 días de las elecciones, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) vive momentos de incertidumbre. No tiene la certeza de que sus principales candidatos aparezcan en las boletas electorales.
La ruta del proceso electoral 2020-2021, desde su etapa interna, ha sido muy tortuoso y accidentado. El sendero que fue construyendo ese partido para llegar a las urnas, se desvió hacia un laberinto del que, a unas semanas de la jornada electoral no termina por salir.
En el trayecto, se fracturó la unidad y dio paso a una confrontación que alimentó la fuga de liderazgos y una rebelión que no se logró sofocar por completo.
Las presuntas imposiciones de candidatos tienen hoy a Morena pendiendo de un hilo y en ello, Mario Delgado Carrillo, presidente nacional del partido, lleva mano en la responsabilidad.
Mónica Liliana Rangel Martínez y Francisco Xavier Nava Palacios no están firmes en sus candidaturas a la gubernatura y a la presidencia municipal de San Luis Potosí; dependen del Instituto Nacional Electoral y de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En momentos en que el partido y sus candidatos tendrían que estar metidos de lleno en la parte final de sus campañas, se ven sometidos a resoluciones jurisdiccionales de las que no se tiene certeza de cual será su sentido.
En el caso de la candidata al gobierno del estado, la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral, tiene en instrucción un procedimiento por la presunta omisión de presentar un informe del proceso de precampaña y de los ingresos y gastos.
Con el antecedente de los casos de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, ex candidatos a las gubernaturas de Guerrero y Michoacán, es imposible dejar de pensar que la doctora puede ser sancionada con la pérdida de su registro.
El escenario es posible y de concretarse, Morena tendría que recurrir a la Sala Superior del TRIFE y mientras se llega el momento de la resolución, Rangel estaría obligada a parar su campaña y metería presión a la dirigencia del partido que, contra el tiempo, se vería en la necesidad de nombrar candidata o candidato sustituto.
Algo similar ocurre con Xavier Nava. Su candidatura está impugnada ante la Sala Superior del TRIFE. Los promotores del litigio contra el alcalde capitalino con licencia, insisten en la ilegalidad de la candidatura al considerar que Nava tendría que ser postulado por cuando menos uno de los partidos que lo hicieron alcalde en el 2018.
Nava superó el escollo en la Sala Regional Monterrey de ese Tribunal, pero la última palabra no está dicha y al ser la última instancia, si el fallo le resulta adverso, Morena tendrá que nombrar otro candidato.
Aunque el 6 de junio se elige gobernador, así como a 15 diputados locales de mayoría y a 7 legisladores federales, así como a 58 presidentes municipales, de esos cargos los más importantes son los de gobernador y alcalde de la capital.
La situación es tan delicada, que el destino electoral de Morena está hoy en manos de consejeros y magistrados electorales, quienes no son precisamente proclives al obradorismo.
Desde hace varios días, desde el PAN se promovió la publicación de noticias y comentarios en medios nacionales y locales, relacionadas con el tema del INE y Rangel, con la intención de hacer notar que su candidatura no está firme.
En el equipo de César Octavio Pedroza Gaitán tienen la esperanza de que se derrumbe la candidatura de la doctora, con la idea de que con ello el panista resultaría beneficiario.
Pero también en el fuero interno de Morena, sube de tono la inconformidad con la candidatura de la ex secretaria de Salud.
Apenas el pasado viernes, Enrique Rivera Sierra, miembro fundador del partido en San Luis Potosí, consideró que sí hay elementos para que el INE anule la candidatura, puesto que sí hubo precampaña. Recordó además que Mario Delgado promovió a Rangel cuando aun era funcionaria del gobierno de Juan Manuel Carreras López.
Ese mismo día, Primo Dothé, solicitó licencia como Senador de la República para estar en condiciones de ser sustituto de Rangel.
Para Morena, el escenario posible luce como un desastre: en la mayoría de las encuestas, la candidata aparece en un lejano tercer lugar. La Gallardía será la que se beneficie en lo que resta de las campañas, así como el día de las elecciones.