Votar o no votar, ¿es el dilema?

Por Victoriano Martínez

Los efectos de las campañas siguen presentes hasta este segundo día de veda electoral y, ante el silencio obligado de partidos y candidatos, toca el turno a las autoridades electorales, y hasta de procuración de justicia, porque las acciones entre los contendientes han hecho necesaria su intervención.

El gobernador Juan Manuel Carreras López evitó pronunciarse sobre el enfrentamiento en Villa de Reyes entre simpatizantes de las candidatas a la alcaldía, como si evitara repetir la opción de su repertorio declarativo del pasado 19 de mayo, cuando afirmó que actos violentos en Tamasopo y San Martín Chalchicuautla –balazos incluidos– eran efecto natural de la “efervescencia electoral”.

Un efervescencia que la noche del pasado miércoles colocó en la vitrina nacional de la violencia electoral el enfrentamiento en Villa de Reyes, con video de balacera incluido, en el noticiero de Denise Maerker en Televisa.

Por si lo de Villa de Reyes fuera poco como para que San Luis Potosí aparezca en el séptimo estado con mayor número de quejas por agresiones políticas, en Xilitla la persecución de un roba carros terminó entre una caravana de autos que se dirigían a un mitin político y, entre banderolas, el episodio terminó con el ladrón de autos muerto a balazos sobre el vehículo robado.

Si bien el de Xilitla no fue un acto de violencia política, sí representa una instantánea sobre el clima de violencia que se vive en el Estado y que, con motivaciones políticas o sin ellas, expone a la población a ser víctima de la inseguridad.

Un clima previo a la jornada de votaciones que comenzó a configurarse desde los primeros once días de iniciadas las campañas por la gubernatura, cuando en Soledad de Graciano Sánchez un grupo de brigadistas del equipo de Octavio Pedroza fue agredido el 15 de marzo.

Dos semanas después, el 31 de marzo, hubo una nueva denuncia de agresiones, y así se acumularon hechos ante los que las autoridades de procuración de justicia debieron actuar con celeridad para evitar una escalada en la violencia que comenzaba a desatarse.

La efervescencia natural carrerista se dejó escalar con tal negligencia en la aplicación de medidas correctivas con efectos preventivos que los hechos del pasado miércoles en Villa de Reyes son una consecuencia natural, que difícilmente podrá contrarrestarse con la aprehensión de 15 presuntos pistoleros.

En cambio, lo que se acumulan son señales de posibles brotes de violencia en otros puntos del Estado, como el caso de Ciudad del Maíz y las agresiones de un grupo identificado con una de las candidatas a la alcaldía en contra de la aspirante a la reelección en esa demarcación.

Un clima que restringe la afirmación de las autoridades electorales en el sentido de que este domingo ir a votar será seguro a la protección sanitaria prevista en sus protocolos, pero que difícilmente pueden hacer extensiva a posibles brotes de violencia.

Tan hay señales que dan pie a inquietudes sobre lo que podría pasar este domingo que se reporta una situación inédita, según Pablo Sergio Aispuro Cárdenas, vocal Ejecutivo de la Junta Local del INE en San Luis Potosí: supuestos representantes de partidos políticos realizaron visitas a presidentes de casillas para darles “recomendaciones”.

Pero la veda electoral sigue. Ese periodo de reflexión para que el ciudadano defina a quién le va a dar su voto… aunque los efectos de las campañas y las reacciones de las autoridades parecieran más bien cambiar la disyuntiva a dos alternativas: si así están las cosas, ir a votar o no ir a votar se vuelve el dilema.

Es la cosecha de autoridades electorales y de procuración de justicia que a lo largo del proceso electoral, y especialmente en el periodo de campañas, fueron omisas en el papel que les correspondía asumir.

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