Abelardo Medellín
Las reuniones que ha sostenido Ricardo Gallardo Cardona, gobernador electo de San Luis Potosí, con diferentes alcaldes electos potosino en los pasados comicios del 6 de junio, son un intento por “crear un ambiente de legitimidad y adhesión o apoyo a su gobierno”, dijo en entrevista con Astrolabio Diario Digital el analista político Eduardo Martínez Benavente.
Añadió que “lo ha hecho de una manera ostentosa y con mucha publicidad, el gobernador del estado, Juan Manuel Carreras, se ha de sentir hasta agraviado de que lo minimicen”.
Según el analista, eventos como el del fin de semana pasado en el que Gallardo Cardona se reunió con 15 alcaldes electos de los municipios de Mexquitic, Ahualulco, Villa de Ramos, Moctezuma, Charcas, Cedral, Guadalcázar, Venado, Santo Domingo, Catorce, Vanegas, Villa de la Paz, Villa de Arista, Ciudad del Maíz y Villa de Guadalupe, son una “actuación” de parte del ex diputado federal, para intentar demostrar que ya es gobernador, cuando “todavía no hay una declaración de la valides de gobernador del estado”.
Y recalcó que “[Gallardo Cardona] sabe que se está combatiendo desde diferentes lados los resultados del proceso electoral, las ansias por gobernar el estado se lo comen”.
Eduardo Martínez valoró que si Ricardo Gallardo de verdad intenta crear lazos fuertes con los próximos alcaldes, debere comenzar a tratar temas municipales relacionados con las finanzas públicas, ya que los presupuestos de ingresos municipales podrían reducirse de cara al 2022.
“Debería presentar o sugerir a los presidentes municipales y tesoreros, una reducción del gasto corriente y el adelgazamiento de su nómina si es que quieren sobrevivir, pero de ninguna manera debería ser entusiasmarlo o sumar voluntades con promesas de que van a recibir apoyos extraordinarios o sobre que hará obras en los municipios”, sentenció.
Martínez Benavente comentó que podría ser el temor lo que ha empujado a algunos alcaldes electos a reunirse con Gallardo Cardona, ya que saben de “personas dentro de su equipo que pueden crearles conflictos si no se disciplinan o asisten a estos eventos”.
El analista aseguró que además de un posible miedo que podrían tener al perfil político de Ricardo Gallardo, los ediles electos también buscan conseguir de estas reuniones cierto reconocimiento y legitimidad, para comenzar a ser conocidos como los alcaldes de los municipios en que ganaron.
“Saben que negarse a asistir a un evento de esos (…) puede traer consecuencias y sería un hecho muy comentado si hubiera algún grupo de presidentes municipales que le dijera que es un gobernador aún no reconocido, pero eso no va a suceder, los presidentes tienen una necesidad de las dadivas de los gobernadores”, agregó.
De acuerdo con el analista, remarcables son los casos de los alcaldes electos Howard Francisco Aguilar Vergara y Guillermo Martínez Guerra, quienes contendieron por el partido Movimiento Ciudadano (MC), y que la semana pasada anunciaron su adhesión al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en una rueda de prensa donde fueron presentados por el diputado federal electo, y ex alcalde de Matehuala, Alejandro Segovia Hernández.
“Alejandro Segovia logra que dos presidentes municipales electos de Movimiento Ciudadano abdiquen del partido y se registren en el Partido Verde, eso ha provocado un enorme enojo de parte de Eugenio Govea, que como sea tiene un voto en el Congreso del Estado (…). Ha señalado como ‘sicario de la política’ a Alejandro Segovia por haber hecho ofrecimientos o amenazas a estos presidentes municipales”, agregó.
Pese a lo ocurrido con estos ediles electos, Martínez Benavente dijo que no todos tomarán la decisión de adherirse al PVEM, ya que “hay alcaldes que son leales a los partidos que los postularon y que fue como obtuvieron el triunfo electoral (…). Más adelante podrían surgir mas disidentes que cambien de partido político, pero no creo que vayan a ser la mayoría”.
Finalmente, Eduardo Martínez señaló que otro ejemplo de esta búsqueda de legitimidad emprendida por Ricardo Gallardo, es la visita que hizo el candidato electo al arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, misma que debió hacerse de forma más discreta.
“Puso detrás de ellos imágenes religiosas como si fuera a recibir la bendición. Con todo respeto al arzobispo, pero lo utilizaron”, afirmó el analista.