Angélica Campillo
Urenda Queletzú Navarro Sánchez, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), dijo respetar la postura de las feministas que se manifestaron en desacuerdo de que se haya prestado el Edificio Central para la filmación de la película “El Ruido”, misma que aborda la violencia de género.
Cuestionada en ese contexto, la defensora de los Derechos Universitarios mencionó que la opinión de las colectivas está construida evidentemente a partir de una experiencia histórica, por lo que es legítimo el reclamo constante, además de ser un llamado para que las autoridades no olviden lo que implica para las mujeres el cruzar los espacios universitarios.
Apuntó que la UASLP es respetuosa de que la demanda sea constante, porque es un atento recordatorio que su función es garantizar que la institución sea un espacio libre de violencia, independientemente de que existan acciones que busquen transformar y reapropiarse del espacio universitario por parte de las mujeres.
Refirió que el movimiento feminista es plural, ya que hay una diversidad de voces que tienen opiniones distintas, y en ese sentido algunas miembros del movimiento participaron en la filmación y otras no, pues decidieron posicionarse desde dónde consideran que tendría que narrarse la violencia.
Agregó que ambas posiciones son válidas, y la universidad no tuvo nada que ver con el contenido de la película, al únicamente facilitar sus espacios sin recibir una contraprestación.
Navarro Sánchez dijo entender toda la carga simbólica que puede implicar el prestar las instalaciones para la filmación de la película, porque saben que muchas mujeres que transitaron por la institución fueron expulsadas, violentadas o vivieron algún episodio de violencia, o incluso fueron criminalizadas por quererse apropiar del espacio en algún momento.
“Entendemos el enojo porque no se puede borrar de una pincelada lo que históricamente ha pasado”, comentó.
No obstante, señaló que las instituciones son también personas que toman decisiones y en algún momento de la historia de la universidad, las acciones de esas personas eran criminalizar, perseguir y obstaculizar, pero ahora estas se encuentran en otro sentido.
“Es justo al estar en otro sentido desde donde viene el impulso de algunas como nosotras que queremos apropiarnos del espacio universitario, que queremos darle una significación, y que eso no significa que estemos olvidando la tarea que tenemos de asegurar que este espacio, poco a poco, vaya erradicando la violencia contra las mujeres porque es una tarea titánica”, puntualizó.
Reconoció que para poder avanzar en la erradicación de la violencia de género en la UASLP hay que construir primero institucionalidad, a fin de llevar a buen puerto un barco que durante mucho tiempo había criminalizado la protesta feminista dentro de sus espacios universitarios.
Cabe destacar que Feministas Universitarias Zona Oriente, acusaron que la UASLP utilizó como trampolín político el rodaje de la película “El Ruido”, ya que señalaron que la institución no las ha protegido, ha sido la cuna de acoso y hostigamiento sexual, de silenciamientos, revictimizaciones y la impunidad de feminicidios.