Gallardo rinde protesta; SLP, el segundo estado gobernado por el PVEM

Carlos Rubio

“La maldita herencia se queda en el pasado y le damos la bienvenida al nuevo San Luis Potosí”, dijo el nuevo gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, en el cierre de su discurso ante una Plaza Fundadores repleta de funcionarios, políticos y figuras del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que llegaron hasta la capital potosina para presenciar la toma de protesta del segundo mandatario estatal que emana de este ente político en su historia.

Acarreada en camiones, una multitud de personas vestidas de verde arribó a la plaza principal del centro de la ciudad para ser parte de un evento histórico que marcará un antes y un después en un Estado que solo había sido gobernado por el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional.

En las sillas más cercanas al escenario destacó la presencia de Jorge Emilio González Martínez, fundador del PVEM mejor conocido como El niño verde, que hoy logra colocar un segundo gobernador en la República Mexicana después de que Manuel Velasco Coello ocupara la silla del Ejecutivo en Chiapas en 2012 y saliera en 2018 con múltiples señalamientos por el presunto desvío de recurso mediante empresas fantasma.

Con el sol en su punto más alto, a las 12 del día dio inicio la sesión del Congreso del Estado, aprobada para llevarse a cabo en la Plaza Fundadores con un presupuesto límite de 100 mil pesos, que fácilmente pudo haber sido rebasado con el escenario, las cuatro mega pantallas y el toldo de lámina que lograba tapar casi toda la plancha de la plaza; aunado al equipo de sonido, sillas, vallas y personal que coordinó a miles de personas que asistieron al evento.

“No vamos a voltear para atrás, no vamos a buscar venganza con nadie”, dijo Gallardo Cardona, tras asegurar que durante el proceso de entrega-recepción su equipo encontró desvíos por mil 700 millones de pesos en la Secretaría de Salud. Además de informar que localizaron 40 toneladas de medicamentos caducados.

“Lo escondieron, lo guardaron (…) pero peor aún, compraron millones y millones de medicamentos falsos para atender el cáncer, eso es no tener madre”, esta declaración del gobernador concordaría con la reciente investigación de la organización Ciudadanos Observando, que revela el presunto gasto de 12 millones de pesos en medicamento oncológico falso realizado por el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”.

En representación del Gobierno Federal estuvo presente en la sesión la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González; como representante del senado acudió la presidenta Olga Sánchez Cordero, exsecretaria de Gobierno, de las personas más cercanas al mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, promotor principal de la Cuarta Transformación, movimiento que dice respaldar Ricardo Gallardo, discurso con el que atrajo a miles de simpatizantes de Morena a su campaña.

Ricardo Gallardo dijo que sólo hay mil policías encargándose del cuidado de los potosinos, por lo que refirió que buscaría que haya más de cuatro mil agentes de seguridad en las calles.

Al evento también acudieron los gobernadores de Hidalgo, Zacatecas y Michoacán: el priísta Omar Fayad Meneses, y los morenistas David Monreal Ávila y Alfredo Ramírez Bedolla.

La lista de invitados se complementó con Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena; Olga Regina García López, presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado; el senador Raúl Bolaños, así como los líderes del PVEM y el Partido del Trabajo que cobijaron a Gallardo Cardona desde su llegada al partido: Arturo Escobar y Vega, Karen Castrejón Trujillo y Héctor Serrano Cortés.

Para cerrar su discurso de media hora, Ricardo Gallardo aseguró que la deuda de San Luis Potosí asciende a 16 mil millones de pesos, “más otros 20 mil millones de pesos”, aunque no dio más detalles ni información de sus dichos.

“Esa es la herencia maldita”, llamó Gallardo Cardona al pasado priísta y panista que ha gobernado San Luis Potosí durante décadas, para luego hacer un llamado a la unidad entre fuerzas políticas y excandidatos que compitieron en las pasadas elecciones en búsqueda de un cargo.

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