Antonio González Vásquez
Hay algo que parece muy extraño o al menos, inexplicable: el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona está presente en todo lo que pasa en San Luis Potosí, sin embargo, no ha dicho nada de la Sierra de San Miguelito.
Está a punto de suceder lo que parecía imposible: La Declaratoria de Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito.
Y el ejecutivo no ha dicho nada.
En su campaña electoral se pronunció a favor de la declaratoria, pero desde que asumió el poder, no ha fijado una postura con relación al ambicioso proyecto inmobiliario Cañadas.
Estamos a días de que el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas hagan la Declaratoria.
Lo conveniente es que el mandatario estatal, antes de que se haga el anuncio fije la posición de su gobierno, toda vez que se mantienen presiones a favor del proyecto de los barones del cemento.
Durante los últimos días, el tema alcanzó niveles de incertidumbre preocupantes habida cuenta de que los empresarios impulsaban vigorosamente acciones contrarias al interés público con la colaboración de la estructura burocrática de la Comisión.
De eso debió enterarse el gobernador, pero a diferencia de otros asuntos en los que de inmediato suele reaccionar, de San Miguelito se ha guardado silencio.
Más aún, mientras la discusión alcanzaba un punto álgido, Gallardo Cardona se reunía con empresarios de élite, entre ellos, con los principales interesados del proyecto Cañadas.
Derivado de esa reunión, el empresario Carlos López Medina, cabeza principal de dicho proyecto, no reparó en adulaciones al ejecutivo, de quien dijo, “es el primer gobernador que piensa en grande”.
Una coba de ese tamaño no puede ser gratuita.
López Medina afirmó que en cuatro décadas, no había visto “un gobernador tan echado para adelante”. En 41 años, el empresario confesó en contraparte, solo había visto gobernadores “bastante regulares”.
El barón del cemento hace su lucha con algo de lo mejor que sabe hacer: adular al gobernador en turno.
Los poderosos inmobiliarios con todos sus millones, sus relaciones políticas y sus triquiñuelas se están quedando en la orilla. Dan sus últimos pataleos; no hay razón para bajar la guardia.
Como diría el clásico del comentario futbolístico; “el último minuto también tiene sesenta segundos” en el que todo puede pasar.
Tras meses de incertidumbre, por fin se ha aclarado el panorama al incluirse en la Declaratoria, la superficie del proyecto Cañadas.
La titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González, reconoció el error de haber excluido mil 805 hectáreas, pero el yerro ha sido zanjado.
El día 23 de noviembre, Guardianes de la Sierra de San Miguelito, publicó en redes sociales el mensaje: “en 10 días hábiles la definición del ANP de la Sierra de San Miguelito. El edicto publicado este 23 de noviembre establece 109-638-16.12 hectáreas. Sigamos presionando para que las 1085 hectáreas del proyecto inmobiliario no sean segregadas de la declaratoria. A inundar SEMARNAT con nuestra postura. ¡la Sierra no se vende, se cuida y se defiende¡, ¡Sierra sí, Cañadas no¡”.
El 26 de noviembre, en otro mensaje, los Guardianes dijeron: “hoy 26 de noviembre es un día histórico para la Sierra de San Miguelito”.
Ese día, la titular de la SEMARNAT, María Luis Albores había reconocido el error cometido por César Sánchez Ibarra al haber excluido esas mil 805 hectáreas del proyecto del área natural.
La declaratoria va.
Ya hay certeza, aunque conociendo a los barones del cemento, más vale mantenerse firmes y en pie de lucha, lo cual es algo que los Guardianes de la Sierra saben hacer a la perfección.