Por Victoriano Martínez
La relación del gobernador Ricardo Gallardo Cardona con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está muy lejos de ser buena, por mucho que el mandatario estatal se esfuerce en aparentar cercanía.
Fue el último de los gobernadores electos en 2021 que recibió en Palacio Nacional, a cien días de iniciado su gobierno no ha visitado el Estado, en dos reuniones con mandatarios estatales fue notorio el esfuerzo de Gallardo Cardona para aparecer cerca del presidente y, por si algún indicador faltara, San Luis Potosí es el quinto estado al que más ha castigado con recorte de participaciones.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas realiza una serie de análisis del gasto federalizado que incluye un seguimiento mensual sobre las aportaciones y participaciones calendarizadas y las efectivamente entregadas a las entidades federativas, cuyo último corte se dio el 30 de noviembre.
Durante los primeros nueve meses de 2021, la Federación debió entregar a San Luis Potosí por esos dos conceptos 30 mil 624.7 millones de pesos. No obstante, sólo le pagó 29 mil 683.3 millones de pesos. Un recorte de 941.4 millones de pesos.
En los primeros dos meses de Gallardo Cardona como gobernador, ese recorte aumentó a 1,077.1 millones de pesos. Es decir, en los primeros dos meses del actual sexenio, la Federación le recortó recursos a San Luis Potosí por 135.7 millones de pesos, por la recuperación de sólo 38.4 millones de pesos en el rubro de aportaciones federales.
En el rubro de las participaciones federales, la reducción llegó a tal punto que colocó al Estado de San Luis Potosí en el quinto lugar entre los que más sufrieron recortes: debió recibir 17 mil 889.5 millones de pesos y sólo llegaron 17 mil 177.4 millones de pesos. Una reducción de 712.1 millones de pesos que representan un cuatro por ciento.
De esa reducción, el recorte de 538 millones de pesos se dio con Carreras López todavía como gobernador, en tanto que entre octubre y noviembre, ya con Gallardo Cardona al frente del gobierno, la entrega de participaciones se redujo otros 174.1 millones de pesos, el 24.5 por ciento de lo recortado en los primeros once meses del año.
¡Lo que daría Gallardo Cardona por recibir un trato como el que se le da al Estado de Veracruz! En lugar de recibir 47 mil 942.4 millones de pesos de participaciones federales, le entregaron 55 mil 644.9 millones de pesos, un aumento de 7 mil 702.6 millones de pesos equivalentes al 16.1 por ciento.
A 16 días de que se cumpla un año de la visita más reciente de López Obrador al Estado, Gallardo Cardona no ha tenido oportunidad de presumir su cercanía con la Cuarta Transformación como quisiera y, por lo tanto, lo ha intentado en las pocas oportunidades que la llegada al cargo le ha dado, aunque sin la espectacularidad que le habrían gustado.
Su visita al Palacio Nacional, como gobernador electo, es quizá el acto de mayor cercanía, aunque con los asegunes de que se programó en más de una ocasión, e incluso una semana antes de que se diera se tenía la fecha y se pospuso para finalmente ocurrir el 13 de julio.
El 23 de noviembre Gallardo Cardona acudió a la Asamblea General Ordinaria del IMSS en Palacio Nacional, lo que aprovechó para difundir, vía gacetillas en medios de prensa con cargo al erario, una nota en la que se menciona que acompañó al presidente a la reunión, con una imagen en la que apenas se ve en un rincón entre los demás gobernadores.
Su asistencia a la reunión de la CONAGO el 16 de diciembre le alcanzó para publicar dos días seguidos gacetillas, otra vez con alto cargo al erario.
La primera para asegurar que presentó su propuesta de guardia civil en el Estado en la que presumió que logró tomarse una selfie con López Obrador. En la segunda, para hablar de apoyos para personas con discapacidad, acompañada de una fotografía en la que logró colarse cerca del presidente, junto con otros gobernadores.
En días pasados anunció la visita de López Obrador para fines de este mes y volvió a utilizar la selfie que se tomó con él durante la reunión de la CONAGO en Tabasco. Sin fecha precisa, de confirmarse, habrán pasado cuatro meses desde que asumió el cargo antes de recibir por primera vez al presidente.
Una cercanía con López Obrador que difícilmente se proyecta en encuentros como servidores públicos que son ambos, y que además se nota distante a la hora de respaldar presupuestalmente al Estado.
