Por Victoriano Martínez
Aparentar es muy distinto a transparentar, y el intento de engaño suele resultar en una inequívoca demostración de hipocresía que confirma exactamente lo opuesto de lo que se quiere hacer creer. Con sus declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscal (3de3), el alcalde Enrique Galindo Ceballos difícilmente se puede proclamar transparente, así exhiba acuses de recibo en su celular.
La verdadera vocación de transparencia poco tiene que ver con el cumplimiento de obligaciones legales al respecto, aunque cumplir la ley es lo mínimo que se puede esperar.
En la historia política de San Luis Potosí se tiene un precursor de una auténtica actitud de transparencia justamente en la administración municipal. Salvador Nava Martínez hacía públicos los reportes de ingresos y gastos de las administraciones que encabezó, muchos años antes de que existieran las leyes de transaprencia.
Cumplir a regañadientes obligaciones de transparencia, como ha exhibido en las últimas semanas Galindo Ceballos, no sólo demerita su papel como servidor público sino que deja expuesto el riesgo de contar con un alcalde que no está dispuesto a actuar de cara a la ciudadanía. ¿Cuántas cosas estará dispuesto a esconder con tal de privilegiar sus intereses personales?
La impunidad con la que los funcionarios opacos como Galindo Ceballos pueden incumplir la Ley de Transparencia también exhibe la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) como un organismo negligente para garantizar la transparencia gubernamental y, en el peor de los casos, cómplice de la opacidad.
Los datos muestran una negligencia intencional por parte de la CEGAIP, con una actitud de colaboración cómplice con la opacidad. Cuando se presentó la Plataforma Estatal de Transparencia, en 2015, se explicó que el sistema impediría simular cumplimientos dentro del plazo con la alteración de la fecha en que se haya incorporado la información.
El usuario podía ver la fecha y hora en que la dependencia subió la información a la plataforma y si con posterioridad se subía un archivo nuevo, era posible ver ambas publicaciones. Sólo personal autorizado de la CEGAIP podría, bajo un procedimiento estricto supervisado por el Pleno, corregir algún error.
Hoy lo único que resulta visible de ese registro es el día de publicación y todo indica que en automático aparece la fecha límite para cumplir la obligación para simular puntualidad en el cumplimiento.
En las últimas semanas, personal de Astrolabio Diario Digital ha verificado con regularidad la publicación de las obligaciones de transparencia del Ayuntamiento de San Luis Potosí y otros entes. Particularmente, ha dado cuenta de la falta de publicación de las declaraciones 3de3 del alcalde Galindo Ceballos y del gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
Incluso Galindo Ceballos reconoció la omisión y anunció el 3 de enero que las publicaría “en los próximos días”. Hoy aparecen en la Plataforma de la CEGAIP con fecha de publicación del 10 de diciembre. Una simulación con la complicidad del órgano garante que fractura gravemente la credibilidad de toda la información que se puede consultar en el espacio oficial de difusión.
La complicidad de la CEGAIP abarca la deficiente e incompleta información contenida en los formatos publicados y, en el caso de las declaraciones 3de3, la autorización de una versión pública en la que ocultan toda la información, incluidos los propios comisionados.
En el caso de las declaraciones que Galindo Ceballos presentó después del 3 de enero para que se publicaran un mes antes, en el documento se eliminan 119 datos y sólo se pueden consultar cuatro: cargo, dependencia, área y fecha del inicio del cargo. Más elementos de complicidad de la CEGAIP con la opacidad son difíciles de encontrar.
Galindo Ceballos presentó este jueves con su celular acuses de recibo del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), que cuenta con la Plataforma Digital Estatal (PDE) que también publica las declaraciones 3de3 por disposición de la Ley del SEA.
A entregar las 3de3 lo obliga la ley del sistema, pero no significa que éste deba hacer la publicación. Cada dependencia se da de alta en la PDE y es responsable de publicar sus propios documentos. Galindo Ceballos cumplió con remitir los documentos al SEA, pero no significa que haya dado la instrucción para que se subieran a la plataforma.
La tarde de este jueves ya aparecieron las 3de3 de Galindo Ceballos en el PDE. No obstante, a las cero horas de hoy viernes, la página de la PDE se cayó y hasta entrada la madrugada ya no fue posible consultar los documentos.
Después de 113 días de ocupar el cargo como alcalde, Galindo Ceballos apenas dio cumplimiento a lo que, si tuviera una real convicción, no sólo lo habría hecho desde el primer día en el cargo, sino desde que fue candidato, en la plataforma 3de3 por la integridad, promovida por Transparencia Mexicana y adoptada por la CEGAIP más por obligación que por convicción.
Si algo han logrado los casi 19 años de leyes de transparencia en el Estado es exhibir la hipocresía de los servidores públicos y su vocación para trabajar de espaldas a la ciudadanía, de traicionar su representación al aparentar en lugar de transparentar… y Galindo Ceballos es un vergonzoso ejemplo más.