Por Victoriano Martínez
El número de personas desaparecidas en el estado durante los primeros 15 años de este siglo representa menos de la mitad de las que desaparecieron durante 2021. Una proporción que refleja el crecimiento de ese flagelo, que es uno de los tantos que la inseguridad hace padecer a los potosinos.
En los 21 años y dos meses que lleva el siglo XXI, en el estado han desaparecido mil 199 personas, de acuerdo con las fichas de búsqueda publicadas por la Fiscalía General del Estado (FGE). De los 22 años sobre los que se reportan datos, sólo en cinco no hay personas desaparecidas. En tres casos no se reporta el año de la desaparición.
Si de 2015 para atrás la cifra más alta de casos se registró en 2010 con 54, es a partir de hace seis años, con el comienzo del sexenio de Juan Manuel Carreras López que el crecimiento en el número de desapariciones se dio de manera constante hasta llegar el año más grave, el 2021, con 350 fichas de búsqueda que se mantienen publicadas.
Un panorama que, con las 56 fichas publicadas en los dos primeros meses de este 2022, muestra una tendencia a mantener el elevado número de casos, en el que —de no tomarse las medidas necesarias — los dramas como los que hoy presenta Marcela del Muro en este espacio, habrán de multiplicarse.
La combinación de la proliferación de casos de desapariciones a un ritmo similar durante los últimos nueve meses de Carreras López y los tres primeros de Ricardo Gallardo Cardona, además de los dos primeros de este año, presagia que el problema se mantendrá en altos niveles durante este 2022.
Hace un año, en enero de 2021, el número de desapariciones, de acuerdo a la estadística publicada por la FGE en la Plataforma Estatal de Transparencia (PET), fue de 22 personas. Este año esa cifra subió a 28.
En el mes de febrero de 2021 se registraron 17 desapariciones. Si a las 56 fichas de búsqueda publicadas por la FGE se le restan los 28 casos reportados en la PET, se puede concluir que durante el mes que hoy termina se habrían registrado 28 casos adicionales. Es decir, en los primeros dos meses de este año se han registrado 17 casos más que en los dos primeros meses de 2021.
Se trata de casos de desaparición de personas que se mantienen vigentes, como refleja la información proporcionada en noviembre por la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP), que a esa fecha había recibido mil 208 reportes de desapariciones en la entidad, de los cuales habían localizado a 859 personas, 40 de ellas encontradas sin vida.
Las 360 reportadas como personas desaparecidas durante 2021 seguían sin ser localizadas al cierre del año.
Si bien los casos de ejecuciones, que en los últimos días se han registrado en condición de atrocidades con asesinatos múltiples, son más visibles como crímenes de alto impacto, la desaparición de personas tiene un efecto similar por la repercusión que tiene a lo largo del tiempo sobre las familias que resultan afectadas.
A cinco meses de iniciado el sexenio, la expectativa de un combate real a la inseguridad abre pocas esperanzas.
Al recuento mensual de los índices delictivos, el alarmante crecimiento de los casos de desaparición de personas se suma como un importante elemento que redimensiona la magnitud del problema sin que las autoridades den cuenta de una verdadera y efectiva nueva estrategia para garantizar la seguridad de la población.